Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





domingo, 22 de diciembre de 2024

EL PROPÓSITO

 

El despertar de un nuevo año trae consigo en los seres humanos una serie de propósitos que nos alegran el corazón y el alma, dándonos la esperanza de que todo va a ir mejor. Pero pronto van desapareciendo cuando nos enfrentamos a la realidad, que normalmente toma cuerpo de “poder” y de “querer”. La disyuntiva de querer y poder, están presentes en toda actuación del ser humano desde el principio de los tiempos. Adán, quería, pero no podía. Eva podía, pero no quería. El “querer y poder” refleja la conexión entre el deseo (querer) y la capacidad o acción para lograrlo (poder). Aunque querer algo es el primer paso para conseguirlo, poder hacerlo requiere recursos, habilidades, circunstancias favorables o esfuerzo. Sin motivación el impulso inicial que nos debe mover hacia una meta es inexistente. Solo cuando querer y poder coinciden, se abre el camino para alcanzar el éxito.

Recuerdo que cuando era chico el profesor del colegio decía: ¡nunca os desaniméis ante los problemas de la vida!, ¡no digáis que no podéis hacer esto o aquello!, ¡querer es poder! Chascarrillos populares dichos por personas que desean darnos aliento frente a las adversidades que se nos presentan. Sin embargo, tienen mucho de cierto. Solo tenemos que fijarnos en compañeros de estudios que eran una calamidad y después consiguieron posiciones relevantes en sus vidas fruto de su tenacidad y de su esfuerzo. El ser humano desea progresar, desea mejorar, transformarse, desarrollarse o simplemente ser o estar mejor que en el momento presente. Pero para conseguirlo debe prepararse, debe involucrarse en los compromisos sociales que nos envuelven, debe dejar la comodidad por el sacrificio y la impericia por tenacidad. Consciente de que todo propósito debe ser coherente.

Cualquier propósito es un equilibrio constante entre lo que quiero y lo que puedo hacer. También, la determinación o serenidad para adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos. La historia nos ha puesto varios ejemplos de ello, como el de Einstein y Edison que fueron considerados discapacitados intelectualmente durante su infancia, marginados y rechazados por muchos que luego contemplaban como los frutos de sus capacidades cambiaban para siempre el curso de la historia. Otros, han mostrado su tesón y voluntad para realizar sus convicciones constándoles la vida o el rechazo de sus contemporáneos, como Copérnico, Servet o Fleming. Incluso hay quien era capaz de demostrar que las utopías pueden ser realidad, como Gandhi, Martin Luther King o Teresa de Calcuta. Casos donde el querer algo no tenía limites ni fronteras que le impidiera lograrlo. Esto sucede cuando el propósito y la voluntad son firmes y sus principios marcan una clara dirección que nada ni nadie pueden truncar por muchos sufrimientos y contrariedades que hayan acontecido en sus vidas.

Todo lo que quieras conseguir cuesta, y a medida que pongas el listón más alto los sufrimientos y contrariedades también lo serán. Es entonces cuando debes analizar si vale la pena conseguirlo y, desde luego, no poner excusas para eludir tu obligación o disculpar tu negligencia al abandonar tu deseo. La escritora, oradora y activista política sordociega, Helen Adams Keller, repetía a menudo “Podemos hacer lo que deseemos si lo intentamos lo suficiente”. A Keller la vida no se lo puso fácil, era una niña muda, sorda y ciega que pasó a ser con tesón y fuerza de voluntad una autora famosa y una personalidad decisiva del siglo pasado. Casos como el de Helen, o el de tantas otras personas anónimas que día a día se mantienen firmes en el propósito de conseguir ser mejores personas, profesionales o ciudadanos, nos hace considerar que el verdadero “poder” que nace del “querer” no radica en lo aparente, lo externo, lo lujoso, y, ni siquiera, de tu ingenio, inteligencia o posición social. Radica en tu fuerza interior. Esa capacidad de reponernos de los problemas e incertidumbres de la vida y salir fortalecidos.

Las personas con fuerza interior se guían por la motivación y su actitud proactiva para anticiparse a los acontecimientos, asumiendo responsabilidades y teniendo iniciativa. Su propósito se convierte en su objetivo, en la meta que se trazan de antemano, concreta y alcanzable. Como decía la activista política, podemos hacer lo que deseemos si lo intentamos lo suficiente. Que así sea, mostrando nuestro propósito para este nuevo año, anunciado por el Papa como Año Jubilar de la Esperanza, de ser peregrinos de la esperanza recorriendo las diferentes etapas de nuestra vida con entusiasmo y fuerza interior que promueva la construcción de un mundo donde florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. 

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 22-12-2024.

lunes, 9 de diciembre de 2024

EL CONTAGIO

 

En sociología las masas son fenómenos de la vida social formadas por grandes grupos de personas que comparten intereses, conductas u opiniones, pero que no están necesariamente organizados. El comportamiento de las personas cuando forman parte de una multitud o grupo masivo puede influir en el pensamiento, las emociones y las acciones de los individuos, llevándolos a actuar de manera diferente a como lo harían en situaciones individuales. Gustave Le Bon, en su obra “Psicología de las masas” (1895) sostuvo que las multitudes tienden a ser irracionales y fácilmente influenciables. Jean-Gabriel Tarde, padre de la sociología social, enfatizó la importancia de la imitación en las masas y sugirió que las ideas y comportamientos se propagan dentro de ellas de manera similar a un “contagio”. El contagio de las masas o contagio social es un fenómeno en el que las emociones, comportamientos o ideas se propagan rápidamente entre las personas, como si fueran “infecciones” psicológicas.

Cuando lo que se contagia es la tolerancia de lo malo se sugiere la idea de normalizar conductas o situaciones negativas, al punto de que se vuelvan aceptadas o incluso comunes dentro de una sociedad. Es el efecto contagio que transforma a una sociedad en cómplices del daño por su ceguera. Podemos citar algunos casos donde ante la maldad la gente miraba a otro lado para no ver la podredumbre que les rodeaba. Así sucedió con el pueblo alemán que se tapaba los ojos mientras se quemaban a los judíos; o la sociedad vasca obligada a mentir en las causas de los asesinatos de sus seres queridos por ETA con la finalidad de no llevar la contraria al colectivo etarra. Debemos ser conscientes de que la negación del abuso genera más abusos y que el autoengaño es la antesala de la frustración. Perder la esperanza en la buena política es un sentimiento que surge cuando las personas se enfrentan a sistemas corruptos, ineficientes o autoritarios, donde las instituciones parecen estar diseñadas para perpetuar el poder de unos pocos en lugar de servir al bien común. Un desencanto que puede llevar a la apatía, la abstención electoral y la indiferencia hacia los asuntos públicos, perpetuando los problemas que originalmente generaron esa desesperación, lo que reforzaría una cultura de aceptación de las prácticas deshonestas.

Antonio Machado publicó al terminar la Guerra Civil en 1939 su libro en prosa con el título “Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo”. Mairena decía que “La política señores, es una actividad importantísima… Yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes”. No ser indiferentes frente a la política es fundamental para romper con la cultura de la aceptación, y despertar del abatimiento mostrando con claridad la disconformidad con la mala política que lleva a, nombramientos estratégicos, control de recursos públicos, reformas legales a conveniencia o el debilitamiento institucional intencionado. De no hacerlo formaremos parte de ese ejército de incondicionales dispuesto a todo con tal de seguir una ideología trasnochada o de falta de principios. Es entonces cuando el contagio se convierte en pandemia.

Casos como el de Hungría bajo el gobierno de Viktor Orbán es el ejemplo de gobiernos con el único propósito de perpetuarse en el poder. Para ello la receta que se sigue es la siguiente: impulsar cambios constitucionales para concentrar el poder en el Ejecutivo y limitar los contrapesos democráticos; debilitar el poder judicial con nombramientos de jueces afines a su partido; control de los medios estatales, clientelismo político para sus aliados leales y creación de una dependencia económica a su gobierno. De no prevenir la colonización de las instituciones el contagio será imparable. Lo será al comprobar que ciertos comportamientos deshonestos producen resultados efectivos (ganar elecciones, mantenerse en el poder), los adoptan; o cuando no hay consecuencias a las acciones negativas (falta de sanciones legales o sociales), se produce un incentivo en otros actores sociales, políticos o económicos a hacer lo mismo.

La prevención al contagio pasa irremediablemente con una buena educación ciudadana y con la promoción de valores democráticos y éticos en todos los niveles de la sociedad. Es cierto que la presión internacional puede ser efectiva, pero debe combinarse con acciones locales organizadas para generar un cambio duradero. Así se revertirá el contagio de las masas de negativo a positivo y se podrá prevenir el asentamiento de regímenes que buscan perpetuarse en el poder a toda costa.

lunes, 25 de noviembre de 2024

SOLIDARIDAD FRENTE A IDEOLOGIA

 

Aún estamos llorando las muertes y el dolor por la terrible epidemia de la COVID, cuando la fatalidad ha vuelto a sacudir las vidas de muchas personas. Una tragedia, la DANA, que ha mostrado imágenes terribles de muertes y desolación sin paliativos. y que, en algunas regiones, como la valenciana, ha dejado más de doscientos muertos y aún varios desaparecidos. La gente vagaba por las calles y casas sin saber lo que hacer, pero la solidaridad ha hecho su aparición de forma inmediata en esas desoladas tierras donde se ha perdido, en muchos casos, todo lo que tenían, hasta las vidas. Son multitudes que han llegado para ayudar sin pedir nada a cambio, solo por el deseo de ser útiles y mostrar un poco de esperanza y empatía a miles de valencianos asolados. Frente a la entrega desinteresada de la ciudadanía, vemos la falta de sensibilidad de nuestros políticos. Es la solidaridad con su arrojo y entrega, frente a la ideología salpicada de ruindad y egoísmo. Es la esperanza frente al caos. Es la confianza frente a la confusión.

Por ideología no se aceptaron ayudas internacionales. Por ideología se ha mostrado una indolencia ante la tragedia que repugna. Lo hemos visto con el presidente del Gobierno al decir: “si necesitan mas recursos que los pidan”, o a la ministra de Defensa, Margarita Robles, “El ejército no puede hacerlo todo”. El colmo fue lo que escribió la ministra de Igualdad “este es nuestro momento”. Muchos valencianos nos preguntamos ¿el momento, para qué? ¿Será para provocar aún más la desesperación de la ciudadanía retrasando las ayudas y provocando un caos que destruya al rival político? A la vista de los hechos una piensa si la ideología ciega a los políticos. Es, por desgracia, un “déjà vu” de lo visto en la COVID, nadie asume la culpa. Pero esta situación tan caótica obliga a todos a unir fuerzas para atajar cuanto antes tantos destrozos, tantas heridas y tanto dolor. Es el momento de la solidaridad y no de la ideología interesada. Ya habrá tiempo para diagnosticar con calma y perspectiva lo que ha pasado y por qué, con un juicio ponderado.

Cuando uno escucha el relato del historiador Santiago Posteguillo en el Senado, testigo en primera persona junto a su pareja de lo sucedido aquella noche del 29 de octubre, queda realmente impresionado de lo allí vivido. Subieron por indicación de la hermana de su pareja a la terraza “Estábamos a unos 50 metros del barranco del Poyo y se está desbordando. No ha llovido en Paiporta y nadie ha avisado” .../... “Lo impresionante es que en 13 minutos había un torrente brutal de dos metros de agua sin control, arrastrando ramas, árboles, coches, todo. Se llevó por delante una nave industrial que estaba enfrente de nuestro edificio” …/... “Yo tuve miedo por la estructura del edificio. Seis horas sin parar de torrentera” …/… “Vimos a gente desaparecer en el agua. Nos acostamos sin luz ni agua pensando que, lógicamente, al amanecer estaría la Guardia Civil, estarían los bomberos, el Ejército. Pero al amanecer no había nadie. Si, había el cadáver en mitad de la plaza de una joven china” …/… “No vino nadie. Cae la noche. No viene nadie. Hay saqueos” …/… Se pregunta: “¿Cómo puede ser que en 48 horas no venga nadie?”.

Me asombra su frase: “Estábamos a unos 50 metros del barranco del Poyo y se está desbordando. No ha llovido en Paiporta y nadie ha avisado”. Por la semejanza con lo dicho por Mazón: “nadie avisó del caudal”. En efecto, la información conocida el 29 de octubre, día que la DANA arrasó varias comarcas, entre las 16,13 horas y las 18,43 horas la CHJ no remitió al CECOPI informe alguno sobre el caudal que bajaba por el Poyo. Claro que, en la intervención de Ribera en el Congreso dijo “no hubo ningún apagón informativo”, pero no especifico que los mensajes emitidos eran avisos de lluvia, no de caudales. Su pobre explicación fue un intento continuo de echar la culpa a la Generalitat y a su presidente. Pero cada vez resulta mas evidente la idea de que este desastre se podía haber evitado con aquellas obras de ingeniería ya programadas, y que, por ideología, y desidia calculada, quedó marginado aquel plan hidrológico.

No sé cuándo mi querida Valencia podrá recuperar su esplendor y alegría, pero lo que sí puedo decir es que esta región siempre ha sabido luchar sin acritud, con empeño, con valentía, para salir adelante al grito de “Amunt”. Con nuestro carácter perseverante supimos salir airosos de aquella DANA de 1957 que arrasó la capital valenciana con un saldo de 81 muertos. Céntimo a céntimo se construyó el “Plan Sur”, gracias al cual se desvió el rio Turia del centro de Valencia impidiendo que ahora se inundara. Aprendamos de lo sucedido y exijamos un buen plan hidrológico que llene de esplendor y bienestar a tanto municipio destruido. Que el agua sea un canto de alegría y no de desesperación, y que la ideología no obedezca a intereses particulares sino a ideas fundamentales.

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 25-11-2024.

viernes, 8 de noviembre de 2024

¡AMUNT VALENÇIA!

 

En la madrugada del 29 de octubre de 2024, Valencia sufrió la peor DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) del siglo. Un fenómeno meteorológico devastador que, hasta ahora, ha contabilizado 215 muertos y 78 personas desaparecidos. Ante las imágenes de la tragedia causada por la DANA, cualquier cosa que se diga no será capaz de describir el sentimiento y malestar de quien esto escribe. Vienen a mi mente flashes, destellos de imágenes ocurridas a lo largo de esta desgracia y en todos ellos siempre aparece la cara, el rostro de la madre, la hija, la esposa… que busca al ser querido perdido en la avalancha de barro y agua que el siniestro ha traído. Veo lágrimas, chillidos, ferocidad y atropellos de aquellos que han perdido al ser querido, de aquellos que lo han perdido todo. Intuyo el pensamiento de esos miles de afectado mirando ciegos al cielo y preguntándose ¿por qué a nosotros?, ¿Cómo es posible que Dios haya permitido tanto dolor y muerte? Es humano que ante desgracias de este calibre se interpele a Dios, el Papa Benedicto XVI lo hizo aquel 28 de mayo de 2006 en su visita al campo de concentración de Auschwitz: “Por qué, Señor, has tolerado esto”. Dichosos sean quienes, con ejemplar aceptación, están soportando las consecuencias de la desdicha.

Cuando el ser humano ha conseguido alcanzar unos niveles de civilización, de progreso y de bienestar altísimos, fruto de la evolución de un esfuerzo ingente por parte de los que nos precedieron a través del tiempo, pensamos que este tipo de vida que hemos heredado fuera normal, pero no lo es. Hemos llegado a creer que la felicidad, la libertad y la alegría son lo mínimo exigible, que debe ser permanente y que tanta dicha no hace falta defenderla, sino solo disfrutarla. Pero no. Solo tenemos que mirar nuestro entorno para darnos cuenta de que ese disfrute, del que unos pocos gozamos por haber nacido en países desarrollados y ricos, no es normal, es un milagro ¿Cuántas personas del planeta tendrán la razón de interpelar a Dios por su desgracia? ¿Por qué Dios permite tanta injusticia? Recuerdo una respuesta que me hizo meditar y que la traigo aquí. Dios permite que suceda la injusticia en este mundo por una razón muy sencilla: Juicio. Y como vinculo irrefutable con el juicio, existe tal cosa como la responsabilidad; algo que Satanás está tratando de borrar. Nadie quiere sentirse responsable por nada.

Si repasamos lo sucedido en esta catástrofe veremos como nadie a pedido perdón, nadie ha sido capaz de reconocer que su responsabilidad no estuvo al nivel esperado. Hubert Humphrey (vicepresidente de los EEUU entre 1965 y 1969) dijo que “errar es humano, culpar a alguien es política”. Acertaba, pues escabullir la responsabilidad echando la culpa a otros es una característica de la vida política actual. Es la razón de la honda indignación de la ciudadanía ante esta tragedia, que se expresó con ira y violencia durante la visita de lo Reyes a Paiporta, acompañados por Carlos Mazón y Pedro Sánchez. Una reacción perfectamente comprensible de quien lo ha perdido todo y se encuentra desesperado y agónico. Pero también es cierto que se ha canalizado de forma poco ejemplar. El negacionismo de Mazón pensando que la DANA iba a pasar de largo. La omisión de Sánchez de cumplir con su deber, como presidente del Gobierno de España, de liderar la respuesta inmediata a una catástrofe de esta envergadura, ha dado un triste espectáculo de desorganización trasmitido a todo el mundo.

La inmensa tragedia está dando paso a un reparto mezquino y descarado de responsabilidades que no ayudan en nada a aliviar el dolor de esta tragedia. El sentido común nos dice que un desastre de este calibre desborda la capacidad de cualquier comunidad autónoma. Como decía el filósofo griego Epicteto “las circunstancias no hacen al hombre, solo revelan lo que hay en él”. Tiempo habrá para dirimir responsabilidades. Pero en lo que no hay que perder tiempo es en la reconstrucción de la región, sin reparar en gastos, sin previsiones económicas de difícil evaluación y sobre todo sin trabas administrativas que impidan que las ayudas lleguen pronto y se distribuyan rápido entre los que más lo necesitan. La DANA ha mostrado que el sistema actual no ha funcionado y obliga a abordarlo con seriedad y unidad. También ha puesto al descubierto la cara de la maldad y la cara de la bondad. La maldad, identificada con todo aquel que rehúye de sus obligaciones, de esa responsabilidad que Satanás intenta borrar. La cara de la bondad, presente en aquellos que se enfrentan a la trágica situación de la mejor forma que pueden y con las herramientas que tienen a su alcance, siempre solidarios ante la adversidad ajena, aguantando todo y luchando lo que haga falta, con una consigna: ¡Amunt Valençia!

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 8-11-2024.

sábado, 26 de octubre de 2024

PLANTAR CARA AL DÉSPOTA

 

En ciencias sociales se dice que algo es legítimo cuando se da de manera justa, correcta, conforme a lo establecido en la ley y lo aceptado por los pueblos sin emplear para ello la coacción o la fuerza. De acuerdo con la teoría jurídica, la legitimidad de un acto implica necesariamente que posea tres características: validez (que cuente con un correcto origen), justicia (que otorgue a cada uno lo que le corresponde) y eficacia (que se rija por las reglas del juego). Basta con que alguno de estos tres elementos falle, para que una acción deje de ser legitima. Son muchos los ejemplos donde observamos que lo legal no va acompañado de lo legitimo. Si un presidente llega al poder con la mayoría de los votos y una vez gobernando, cambia las leyes del país a su conveniencia para eternizarse en el poder, observamos que el mando de ese presidente es legal (por los votos obtenidos), pero ha perdido su legitimidad al cambiar las reglas del juego democrático y se ha convertido en un dictador.

La legalidad es muy importante para el ejercicio del poder en las sociedades civilizadas, donde se establecen los procedimientos para delimitar y vigilar a quienes ostentan el poder. De ahí la separación de poderes en toda democracia, que lo que pretende es evitar el polo opuesto a la democracia que supone la concentración de poder. Cuando un presidente de gobierno intenta concentrar el poder para hacer lo que le viene en gana pierde la legitimidad y la autoridad para obligar a los ciudadanos a su sometimiento. Los españoles hemos sido testigos esta semana de la decisión de Isabel Díaz Ayuso de no acudir a la ronda de presidentes autonómicos convocada por Pedro Sánchez. Un hecho que el Gobierno ve “gravísimo” y la acusan de quebrar la “normalidad institucional” y azuzar el “belicismo”. Quienes hacen estas acusaciones llevan años gobernando sobre la excepcionalidad, polarizando al país y legislando a favor de una parte de la ciudadanía española, acciones injustas que deslegitiman al poder.

Moncloa cursó la invitación a la presidenta de la Comunidad de Madrid un día después de que el presidente del Gobierno la atacara desde Bruselas acusándola de haberse beneficiado del enriquecimiento de su pareja, al que definió como “delincuente confeso”. Muchos son los que pensamos que esa invitación del presidente se hizo con alevosía, ya que conocía la posible reacción de la presidenta ante su deslealtad institucional. Una reacción nada sorprendente puesto que Ayuso ya había avisado a su entorno y a la dirección del PP de los riesgos de acudir a la Moncloa. Uno de ellos, que sería una forma de blanquear a posteriori el pacto fiscal acordado bilateralmente entre socialistas e independentistas catalanes, otra, por las continuas deslealtades legales y personales del líder socialista hacia la presidenta Ayuso. El plante es un gesto de indiferencia a una convocatoria que es pura farfolla, con mucha apariencia y poca entidad. Pero, además, demuestra que no se puede pedir normalidad institucional con quien ha concedido la amnistía y ha perdido toda legalidad.

La crisis existente de las relaciones entre Sol y Moncloa no es reciente, ni siquiera está relacionada con un asunto. Si echamos la vista atrás, encontramos el estallido en las conversaciones entre el Gobierno central y el autonómico en aquellos meses de la pandemia, donde Sanidad activo los cierres perimetrales en octubre de 2020 y marzo 2021, tildados por Ayuso como “arbitrarios”. La presidenta nunca se ha achicado ante las muestras desorbitadas de poder del Ejecutivo y eso ha agigantado su figura obteniendo unos resultados electorales que nadie puede negar. No es de extrañar que, para Pedro Sánchez, la presidenta Ayuso sea una obsesión patológica. Una obsesión capaz de poner todo el aparato del Estado para atacarla ante cualquier situación, lo cual, deteriora la calidad democrática y ha roto el clima necesario para que exista un orden institucional, que es la antesala del respeto a las reglas.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dado muestras sobradas de tener sentido común. Ese sentido que el filoso escocés Thomás Reid consideraba como el conjunto de verdades intuitivas y evidentes en los que el ser humano (educado o no educado) se puede desempeñar como un “juez competente”. En el caso de Ayuso, este sentido, le lleva a ser la antítesis política y moral de Sánchez. Si se le critica a la presidenta la defensa que hace de su novio, podemos decir que es lo mismo que lleva haciendo el presidente del Gobierno con su esposa: mezclar lo personal y lo institucional en su defensa. Lo cierto es que va siendo hora de que alguien con autoridad le plante cara al déspota, y haga cierto el dicho popular de que “El valiente vive hasta que el cobarde quiere”. 

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 26-10-2024.

lunes, 14 de octubre de 2024

PRESIDENTE, USTED NO ES DECENTE

 

En la campaña electoral de las elecciones generales de España de 2015 se hizo un único debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Una discusión donde el líder socialista, excesivamente agresivo, sacó a relucir la corrupción (caso Bárcenas) y le espetó: “Tenia usted que haber dimitido hace dos años. Si usted sigue siendo presidente, el coste para nuestra democracia será enorme. El presidente tiene que ser una persona decente y usted no lo es”. Rajoy, visiblemente enojado le dijo: “Yo soy un político honrado. Usted es joven y va a perder estas elecciones, pero de eso se puede recuperar uno. De lo que no se puede recuperar es de la afirmación ruin, mezquina y miserable que ha hecho usted aquí. Si tiene usted algo contra mí, lléveme a un juzgado”. Efectivamente Pedro Sánchez perdió las duodécimas elecciones y también las decimoterceras desde la transición a la democracia y las segundas con Felipe VI como rey, y la afirmación de Rajoy al aspirante siguen vigentes en la actualidad.

Hasta la fecha Pedro Sánchez no ha sido capaz de ganar elección alguna. Pero su sagaz maniqueísmo le llevó a la presidencia del Gobierno a través de una moción de censura el 1 de junio de 2018, apoyada en la sentencia del cuestionado juez De Prada. En ese año, Ábalos inicio su discurso al comenzar la moción de censura a propuesta del PSOE contra Mariano Rajoy estimulada por aquella sentencia del caso Gürtel. Su discurso fue tajante contra la corrupción: “La decencia debe ser algo esencial”. Un Ábalos que ahora se encuentra salpicado por la corrupción defendía la ejemplaridad. Su jefe también entraba en ese trapo con frases grandilocuentes: “Esta moción de censura, señorías, es consecuencia –y aquí se ha dicho por parte del diputado Ábalos-, es consecuencia de hechos gravísimos -insisto, hechos gravísimos- que de forma reiterada en el tiempo han ido sacudiendo a la opinión pública a golpe de imágenes que provocan bochorno, incredulidad e indignación”

Hechos gravísimos son los descritos por la Guardia Civil (UCO) a la vista del resultado inicial de su investigación sobre el llamado caso Koldo, que describen una corrupción a gran escala en el que señala y afecta, de una manera u otra, a Pedro Sánchez. Nadie sería capaz de hacer lo allí relatado sin su consentimiento. Vemos, en uno de los wasaps entre Ábalos y Sánchez, que cuando el primero informa a su jefe de la llegada de Delcy Rodríguez al aeropuerto de Barajas le responde: “bien”. Es su venia, al desembarco de ciento cuatro maletas y su entrada en España, estando prohibida por la UE. Dice Sánchez que lo ignoraba, pero al enterarse deberia haber actuado como su homologo Willy Brandt del SPD, que en 1974 tardó dos horas en dimitir de canciller, al enterarse que su secretario y mano derecha Günter Guillaume le había engañado al ser un espía de los servicios secretos de Alemania Oriental. Para dimitir se debe tener madera de líder y Sánchez carece de gentileza y honradez para serlo. Abandonemos toda esperanza de ello, también de que sus socios le abandonen, que es tanto lo que ERC, Bildu, Junts, Sumar y el PNV quieren seguir arrancándole a Sánchez que el desgaste por apoyarle no es comparable a lo que perderían si sale del Gobierno.

Sin embargo, el sanchismo está en pánico. No es para menos con la trama descubierta en la investigación de la UCO que compromete al Ejecutivo y al partido. Un informe con amplias ramificaciones que tocan a varios ministros, a la presidenta del Congreso, a un exdirector de la Guardia Civil que dio el chivatazo a Koldo de la investigación, socios de Aldama (cabecilla de la trama) que han revelado que llevaron “90.000 € en bolsas a la sede del PSOE”, licencias para operaciones, chalet, amantes, etc. Con este panorama es poco creíble mantener que dicha trama corrupta solo tenga como vértice a Ábalos. Sin embargo, la consigna de la Moncloa es de “cero preocupaciones”. Su confianza está en rebajar este suflé con el silencio de los implicados. Aunque son muchos los que piensan que el problema no es lo ya publicado sino lo que puede publicarse mañana.

Una PSOE que va de la “O” de obrero a la “O” de omertá, ¿Podrá callar Víctor Aldama, factor común de todos los escándalos, que vendió las mascarillas, acompañó a Delcy, Ábalos y Koldo en el desembarque de maletas y que ya está en la cárcel? El fango de la moción de censura y su trama corrupta permite decirle a Pedro Sánchez que un presidente tiene que ser una persona decente y usted no lo es. Su legado será un coste enorme para la democracia en España, atrapada en corrupción, mentiras y amistades peligrosas.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 14-10-2024.


sábado, 5 de octubre de 2024

EL IMPACTO DEL ALGORITMO EN NUESTRAS VIDAS

 

La ministra española de Trabajo y Economía Social, Yolanda Diaz, firmó con la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Julie Su, el pasado febrero una declaración sobre transparencia algorítmica en el mundo del trabajo para combatir el “sesgo algorítmico”. Este hecho me llamó la atención en su día, y releyendo la noticia me doy cuenta de que una de sus afirmaciones, por una vez y sin que sirve de precedente, era ajustada a la realidad: “Los algoritmos y las formulas matemáticas no son libres”. Efectivamente los algoritmos como conjunto ordenado y finito de operaciones que permiten encontrar la solución de un problema no son libres sino esclavos del diseño humano. Un diseño que condiciona nuestras vidas teniendo en cuenta que los algoritmos están presentes en la mayoría de las acciones que una persona desarrolla diariamente en el trabajo y en nuestro ocio. Según un informe de Electronics Hub el tiempo que diariamente dedicamos fuera del trabajo al uso de ordenadores y móviles es de 6 horas y 37 minutos, es decir un 40% del tiempo que estamos despiertos.

El sesgo algorítmico se refiere a los errores sistémicos (propio del diseño hecho por humanos) que dan lugar a resultados injustos debido a datos de entrada sesgados o limitados, algoritmos parciales o prácticas excluyentes durante el desarrollo del programa. Este sesgo tiene una gran importancia en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), ya que esta interviene cada vez más en ámbitos importantes como la sanidad, las finanzas y la justicia penal, donde las decisiones sesgadas pueden tener efectos perjudiciales o desastrosos. Como ejemplo, tenemos el siguiente caso: Amazon construyó en su día un sistema de IA para automatizar su proceso de contratación. El algoritmo se entrenó con los currículos enviados a la empresa durante diez años, que procedían predominantemente de varones. En consecuencia, el sistema empezó a favorecer a los candidatos varones en detrimento de las mujeres, demostrando un claro sesgo. Este sería un vivo ejemplo de algoritmo de contratación sesgado. Para evitar estos sesgos se debe estar muy atento al desarrollo de los algoritmos utilizándose datos diversos y representativos con una clara documentación sobre la toma de decisiones, es decir transparencia algorítmica en todos los sectores donde se utilice.

Tan pronto como los algoritmos se han extendido para organizar la sociedad, la política, las instituciones y el comportamiento, los sociólogos han empezado a preocuparse con las maneras en que los resultados no previstos y la manipulación de datos impactan en las sociedades humanas. Así hemos observado como los sesgos algorítmicos han afectado a los resultados de las elecciones o a difundir bulos y mentiras. La publicación “La campaña rusa que investiga el FBI ataca al Rey y al Partido Popular” del periódico ABC (30-09-24), muestra como la empresa Agencia de Diseño Social con sede en Moscú está dedicada a campañas masivas de bulos y mentiras al servicio del Kremlin que a través de internet publica mensajes que dañen las instituciones de cuatro países de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia y España. La empresa rusa manejaba informes donde aparecía el bajo nivel de conciencia que existe en la opinión pública española sobre el problema que plantea la penetración rusa en redes y medios de comunicación. Esta empresa esta investigada y sancionada este año en Estados Unidos.

La pregunta que nos hacemos es que ocurriría si estos errores sistémicos no son producto humano sino de la máquina. Una cuestión ya planteada después de la publicación “Maquinaria e Inteligencia Informática” (Alan Turing, 1950) por la revista Mind bajo el título: ¿Pueden pensar las máquinas? Dado que los algoritmos de IA son un conjunto de reglas y procesos diseñados para permitir que una máquina pueda aprender y tomar decisiones por sí misma sin la intervención humana, resulta pertinente que se dé respuesta a esa pregunta. El hecho de que el campo de la informática esté tan avanzado que crea sistemas que pueden realizar tareas que identifican nuestros sentimientos, motivaciones y disposiciones, suscita el debate en torno a la ética, privacidad y la legalidad de la intromisión en nuestras vidas. Una injerencia que será más intensa con la convergencia de la IA con las tecnologías emergentes. Si IA Superinteligente superara la inteligencia humana, ¿seremos capaces de utilizar u orientar los algoritmos para crear un mundo más justo y equitativo? ¿o nos esclavizarán los algoritmos, manipulando nuestras opiniones y limitando nuestras experiencias? 

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 5-10-2024.

martes, 24 de septiembre de 2024

POLARIZACIÓN AFECTIVA

 

Después del “Fin de la historia y el último hombre” (Francis Fukuyama de 1992), que muchos expertos predecían posterior a la caída del Muro de Berlín en 1989, el fin del comunismo y la victoria del liberalismo democrático, se pensó que el mundo sería una gran democracia feliz y prospera. Sin embargo, fue una vaga ilusión que el tiempo ha demostrado. Por desgracia, el mundo está viviendo una fuerte crisis de democracia, solo tenemos que observar la cantidad de países cayendo en fuertes autoritarismos de sus gobiernos que pone de manifiesto que esa forma de gobierno está en retroceso. En las últimas décadas está apareciendo una señal de alarma que marca un peligro que enfrentan varias democracias del s. XXI: la polarización política. Iván Schuliaquer y Gabriel Vommaro en: “Introducción: La polarización política, …” nos muestran que es un fenómeno cada vez más marcado en algunos países del mundo. El término polarización fue elegido palabra del año por la Fundéu en 2023 por su gran presencia en los medios de comunicación. La utilización de lenguaje polarizante usa expresiones y términos que tienden a dividir a la sociedad.

Entre los efectos perjudiciales de la polarización política, tenemos el concepto de “polarización afectiva” una forma de polarización política en la que predominan actitudes de favoritismo por el propio grupo y desprecio hacia el grupo rival. Un nuevo escenario que aparece ante la fuerte tensión entre grupos políticos rivales en varias democracias modernas. La tensión, como estado de oposición u hostilidad latente entre personas o grupos humanos, es utilizada en interés propio por algunos políticos. Una situación que describió Zapatero en la entrevista con Iñaki Gabilondo que, finalizada, se le oyó decir: “Yo creo que lo que nos conviene es que haya tensión”, y el presentador dijo “si, si”. La creciente polarización en España sería pues un fenómeno no tan nuevo, sino que se inició durante los gobiernos de José Luis Rodríguez, que durante su mandato puso en marcha una actuación radical para subvertir el orden surgido de la transición basado en un cambio de régimen. Algunos analistas describieron ese periodo como “los años de la crispación”.

Una crispación que, en los últimos seis años, ha marcado la política española con un creciente frentismo de trinchera que se hace más profundo con cada discurso y decisión gubernamental. Pedro Sánchez ha sabido recoger el testigo de su predecesor socialista haciendo de la polarización no solo una herramienta, sino un arte. Una habilidad, para convertir a gran parte de la ciudadanía en hinchas con comportamientos violentos y agresivos. En militantes de su causa, en los “buenos” frente a los “malos del fango”. Una segmentación que produce hondos efectos en la sociedad, al organizar el modo que esta se relaciona con el debate político. Y la verdad es que le está funcionado. Es la razón de que un 30% de la población le siga votando. El Psoe sabe seducir a determinados colectivos, eso sí, con dinero y sufrimiento de todos los españoles: más empleados públicos que nunca, más asesores y cargos del gobierno, absolución de los Ere, amnistía, condonación de deuda, financiación singular, etc. Y, un puzle de polémicos pactos ayudados por la mayoría de las Instituciones del Estado.  

Según Esade, la polarización afectiva tiene efectos adversos para el buen funcionamiento de nuestras democracias. Desarticula la colaboración ciudadana, crea desconfianza hacia las instituciones, deslegitima a los gobiernos, crece la suspicacia y el rechazo entre adversarios políticos, e induce al bloqueo de las instituciones y al mal gobierno. Es visible que, en España, hoy estamos más polarizados en términos afectivos que hace dos décadas. Lo cual, está claramente condicionado por las estrategias de los partidos. No es un atributo inmutable de la sociedad, sino que es algo moldeable, especialmente desde los discursos de las élites partidistas. Unos discursos tan hábiles con la mentira que han pasado a otra dimensión, el engaño, para dar a la mentira apariencia de verdad. Y eso no va a cambiar. Para un tercio de la población está bien visto todo lo que hace este gobierno, incluso la incoherencia de Sánchez que apela a los principios para denunciar la masacre de Gaza y reconocer el Estado palestino y que, en cambio, invoque la política diplomática para no romper con Maduro, cambiar la posición en el Sahara o callar la represión en China. Una falta de brújula gubernamental que debiera ser preocupante para todos los españoles.

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 24-09-2024.

martes, 10 de septiembre de 2024

LA SOBERBIA DE UN PRESIDENTE

 

La persona con soberbia se caracteriza por tener una posición de superioridad o de privilegios frente a los demás. El soberbio tilda de arrogante, altivo, vanidoso o prepotente, es algo así como un deseo excesivo por ser preferido a otros, el amor desmedido por uno mismo, por creerse por encima de los demás. La soberbia es considerada por la doctrina cristiana como el primer pecado capital, por ser un menosprecio a Dios y a los demás. Siendo la soberbia una tacha moral en cualquier ser humano, en las personas con poder es además un peligro. Por desgracia si recorremos el panorama político de nuestro gobierno, desde el presidente que se considera adornado por cuantas virtudes desconoce, pasando por sus vicepresidentas cuyos alardes de soberbia es adecuada a la pequeñez de sus conocimientos, y transitando por las y los ministros cuya carencia de humildad es acorde al desempeño de sus funciones del cargo que representan, nos hace decir con Romanones: ¡joder, que tropa! (con perdón).

Cuando el nivel de soberbia del presidente del Gobierno y su tropa, supera los límites soportables por la sociedad, evidencia claramente que son un problema que debe eliminarse. Lo malo es que la gente, incapaz de ser conscientes de ello, se aferra a sus líderes, pese a que son claramente ineptos, corruptos, mentirosos o delincuentes, por la misma razón: el amor propio. El reconocer que uno se ha equivocado hiere el orgullo e incapacita para cambiar de opinión, es el comportamiento humano que depende de las conexiones emocionales y no de las racionales. La soberbia impide aceptar los errores con la misma firmeza que protegen a sus cómplices. Lo hemos observado con la actitud de Pedro Sánchez, que a lo largo de su mandato ha sido incapaz de destituir a ningún miembro de su gobierno cada vez que, con razón, lo ha solicitado la oposición. No importa que tan incompetentes, corruptos o farsantes puedan ser, que él los mantendrá en el cargo. Un cargo que obliga, como en el cuento de Hans Andersen, a ver vestido al rey desnudo, hasta que alguien diga “¡Pero si está desnudo! ¨.

La soberbia del presidente Sánchez le impide ver la realidad de los acontecimientos, que están muy alejados de su percepción de que España va como un cohete. Pero la realidad es tozuda. Un reciente informe de la oficina de Estadística de la Unión Europea, Eurostat, coloca a España a la cola de Europa en productividad, con una caída brutal desde los niveles alcanzados antes de la pandemia, registrándose una caída el doble que la media de la Eurozona. Casi 5 puntos de caída frente a los 2,7 puntos perdidos por la eurozona. En cuanto a la renta media (asignando un 100 a la media de la UE) España ha caído de 92,5 a 89,2, una caída de 3 puntos (situación que le permitiría optar por los Fondos de cohesión). En el mercado laboral, los estudios elaborados por los expertos del sindicato USO “Análisis del Mercado Laboral: Paro, Contratación y Empleo”, en base a los datos oficiales SEPE, SS e INE, muestran que el total de desempleados se cifran en 3,6 millones de personas, lo que supone 1,1 millón más de lo que dice el Gobierno. Y, con un IPC en España que sigue un 20% por encima del objetivo del BCE. Su soberbia le impedirá optar a los fondos, como también pedir ayuda al Frontex ante el problema agobiante de la migración en Canarias. Pedir ayuda sería tanto como reconocer que su política económica, su gestión, empobrece a la economía española.

La economía es una ciencia que difícilmente llega al gran público, y los datos que se nos ofrecen dejan siempre un alto margen para la manipulación, con lo cual la ciencia ficción prevalece sobre la ciencia verificable. En este contexto se evidencia que las mentiras, o al menos las verdades aproximadas, tienen vía libre. Es la razón, por la que Pedro Sánchez quiera monopolizar todos los organismos que puedan poner en evidencia sus mentiras. Lo vemos con el CIS, de Tezanos, incapaz de acertar en sus previsiones, siempre en favor del gobierno, o el INE que desde que lo ocupa Elena Manzanera nunca dará ninguna revisión a la baja del PIB. Y ahora el Banco de España. La soberbia del presidente no tiene límites, para él todos somos despreciables medios, políticos, jueces, instituciones representativas e incluso su Comité Federal, donde les oculto el pacto sobre el Concierto catalán a pesar de reiteradas peticiones al respecto. Su arrogancia y altivez hace que le sobre hasta el poder legislativo: “Vamos a gobernar con el concurso o no del poder legislativo”. Como buen autócrata le sobran los poderes Legislativo y Judicial. Es la soberbia de un presidente que nos ha caído sin merecerlo, ¿oh sí?

sábado, 24 de agosto de 2024

FINANCIACIÓN SINGULAR

 

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda ha contribuido decisivamente a aumentar el desbarajuste y el oscurantismo que acompañan a la promesa de conceder a Cataluña una especie de “secesión fiscal”. En ERC lo llaman, sin tapujos, cupo, pero María Jesús Montero ha negado categóricamente que el Ejecutivo utilizase esa figura. Así lo hizo, con su desparpajo normal, desde Rota (Cádiz) que: “lo podemos denominar de todas las formas que cada uno quiera, pero ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del sistema de financiación. A estas afirmaciones sus socios de Esquerra respondieron: “El PSOE necesita apoyo de ERC en el Congreso de los Diputados para sacar adelante diferentes medidas, como puede ser los PGE. Si los socialistas incumplen su palabra con la financiación singular u otras medidas incluidas en el acuerdo, ERC retirará su apoyo y los socialistas tendrán que buscar otras alternativas.

Lo cierto es que, a estas alturas, y con Salvador Illa ya de presidente de Cataluña, aún no se conoce la fórmula que utilizará Sánchez para cumplir la parte del pacto que les toca y que era condición “sine qua non” para que el primer secretario del PSC se hiciese con las llaves del Palau de la Generalitat. Todo ello, entra dentro de lo normal ante el enorme déficit de transparencia de este gobierno. Pero si algo está claro es que sin concierto económico para Cataluña no hay legislatura factible para el “PSOE-progresista”. La desfachatez de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, sobradamente conocida, intentó dar serenidad al asunto, indicando, sin perder la compostura, que el hecho de que exista una financiación singular para Cataluña: “no supone ningún agravio con el resto de los territorios. Es más, el pacto catalán arroja una nueva mirada sobre la financiación autonómica que puede tener interés para el conjunto del territorio. Unas afirmaciones que contrasta con las críticas recibidas por el PSOE.

Muchas de esas criticas proceden del mismo partido, con la reprobación del cupo fiscal por parte de las federaciones socialistas como la asturiana, la castellanomanchega o la extremeña, cuyos secretarios generales lo califican de insolidario. El propio Alto Representante de la UE para la política exterior, Josep Borrell, afirmaba que el acuerdo PSC-ERC “asume” el relato del proceso independentista. Otras, son de sus socios independentistas. Las de ERC, ya comentadas, pero también la de Junts, donde casi celebraron el desmentido de la ministra, que los fortalece como la única formación independentista que no se doblega como los entreguistas de Esquerra. Su portavoz en el Congreso Miriam Nogueras acusó, a través de un comunicado, que: “Todas las evidencias apuntan a que la nueva mayoría política que se ha articulado en Cataluña se ha construido sobre un engaño consciente. Un engaño basado en el uso fraudulento del término “concierto económico” que se impuso en el relato público con la intención de reforzar las opciones de la investidura del Salvador Illa”.

Parece ser que Esquerra vendió en solitario el pacto de financiación para la investidura de Illa pues necesitaba todo tipo de publicidad para convencer a sus bases. El PSC y Sánchez se hacen los tontos para mantener los votos y hacer presidente al ex de sanidad, si el que se vacuno con agua para engañar. Las reprobaciones de las federaciones socialistas a este nuevo legado para mantener poder están poniendo nervioso a un Ejecutivo que vuelve a utilizar una indisimulable operación de confusión para apaciguar a su gente y negar lo innegable y, a su vez, mantener a Esquerra. A todo esto, el expresidente de la Generalitat Quim Torra abrió un nuevo debate sobre los liderazgos en el seno del independentismo y cuestionó incluso el de sus dos dirigentes de referencia: Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Pidiendo a ambos que hagan una “reflexión” sobre su papel como líderes.

Las reiteradas falsedades y medias verdades vertidas continuamente por el Gobierno con la finalidad de sostener la financiación singular o concierto fiscal para Cataluña a cambio de nuevo de unos votos para hacer presidente a Illa. Con unas agónicas negociaciones con Junts sobre la amnistía, cuyos resultados están para ellos poco claros, solo ver la fallida zalagarda con la llegada y huida de Puigdemont. Y teniendo presente que en las dos últimas legislaturas de Sánchez se han caracterizado por impulsar legislaciones técnicamente fallidas o contrarias a la voluntad política que las anima, una constante que afecta a cuestiones que identifican el ideario político de la coalición de izquierdas que preside el líder del PSOE. Hace pensar que esta nueva cesión de la financiación singular marque el final de la legislatura.   

lunes, 19 de agosto de 2024

LIDERAZGO BASADO EN LA INTEGRIDAD

 

La integridad en el liderazgo es un aspecto crucial que juega un papel importante en el fomento de la confianza, la credibilidad y la toma de decisiones éticas. Es, en definitiva, la aplicación de principios morales y valores que buscan la justicia, el bienestar y trato adecuado de las personas, asegurando coherencia y transparencia en las prácticas del liderazgo. Los líderes que demuestran integridad en sus acciones tienen altas probabilidades de ganarse el respeto y la admiración de su equipo y de las personas de su entorno social y político. La integridad es fundamental para que los líderes tomen decisiones éticas que priorizan el bien mayor en lugar del beneficio personal, incluso en las situaciones desafiantes. Un buen líder nunca se enconderá ante esas situaciones, muy al contrario, dará la cara, se comunicará abiertamente dando todo tipo de explicaciones y mostrará abiertamente las acciones que piensa tomar. Esto reforzará el desempeño de su equipo, establecerá confianza en su gestión y atraerá a personas talentosas que desearan formar parte de una organización con un liderazgo ético y sólido, capaz de enfrentarse con éxito a cualquier situación.

El liderazgo político es uno de los fenómenos menos comprendido y más estudiado por parte de las ciencias sociales. Tal es así, que no existe una definición consensuada sobre liderazgo político y, por el contrario, sus definiciones se han multiplicado tanto como los estudios dedicados al tema. Unos estudios compartidos por la antropología, la filosofía, la psicología, la sociología y la teoría de las organizaciones; entre otros muchos donde se le ha dado diversidad de enfoques: teorías sobre rasgos personales, el conductismo…Pese a ello, desde hace menos de un siglo, en la mayoría de las disciplinas que estudian este fenómeno existe un debate entre dos opciones analíticas opuestas y/o dualistas: una micro (de carácter individualista) que ha hecho hincapié en el sujeto; y otra de carácter macro (colectivista) que subraya el efecto circunstancial.

La primera, la micro, es conocida como la “Teoría del Gran Hombre”, procede del s. XIX, e indica que la historia se justifica en gran medida por el impacto de grandes hombres, o héroes, prestos a definirse como individuos altamente influyentes que, gracias a su carisma personal, inteligencia, sabiduría, o dotes políticos, utilizaron su poder de tal manera que éste tuvo un impacto histórico decisivo. Esta teoría se hizo popular en la década de 1840 por Thomas Carlyle (rector de la U. Edimburgo). Sin embargo, en 1860, Herbert Spencer indicaba que los grandes hombres son, en realidad, producto de sus sociedades. Con ello se minimizaba la primacía de los grandes hombres, dando pie a la segunda opción analítica, la macro, donde las acciones de estos serían imposibles sin las condiciones sociales que los precedieron. Esta dualidad de opciones se corresponde con las denominadas visiones “subjetivista” y “objetivista” del liderazgo. Sídney Hook intentó armonizar ambas opciones distinguiendo entre “hombre memorable” y el “hombre creador de historia”, o José Ortega y Gasset cuando propuso el desarrollo de la razón vital e histórica como alternativa a la milenaria.

Si pasamos revista a la actualidad política debemos preguntarnos cual es la diferencia que lleva a un líder político a ser obedecido de la forma diferente a la de un tirano. La diferencia parece sencilla de establecer, el tirano consigue la obediencia en tanto instrumento coactivo del Estado que hará lo que sea para que el sátrapa sigue en el poder. En cambio, el político consigue alzarse como líder dentro de un partido político u organización, porque transmite un objetivo político claro y transparente que es capaz de seducir a sus seguidores, militantes y votantes. Es la diferencia entre el déspota y tramposo, que pasara a la historia como un abusador del poder que lo utilizara para encumbrarse y mantener el dominio del pueblo a costa de lo que sea, y el líder que transmite un objetivo político capaz de seducir, creando un orden simbólico que incorpora conocimientos, valoraciones y definiciones claras y veraces de la realidad.

Un ejemplo de tirano lo tenemos con los presidentes de Nicaragua (Daniel Ortega), Venezuela (Nicolás Maduro) o Cuba (Miguel Diaz-Canel), arquetipos de los destructores de un país con tal de mantener el poder. Una especie que, en otros países, como España, están tomando como modelo ejemplarizante para perpetuarse como suprema potestad rectora y coactiva del Estado. Un personaje que dista mucho de la razón histórica de Ortega, pues será incapaz de hacerse cargo de los problemas humanos, al alejarse de analizar problemáticas concretas e históricas, para centrarse en ideas y conceptos abstractos, fríos, sin humanidad. Conceptos que le mantendrán muy alejado del liderazgo basado en la integridad y pasará a la historia, esa historia que Sánchez tanto anhela, como un depredador de las instituciones básicas del Estado. Pedro Sánchez cree estar llamado a realizar grandes obras, su perfil psicológico, propio de dictadores, quedo definido por el excanciller David Owen y el psiquiatra Jonathan Davidson como “Síndrome de Hubris”, un trastorno de posesión de poder.

martes, 25 de junio de 2024

ESOS PEQUEÑOS DETALLES

 

El miércoles pasado (19-06-2024), Felipe VI celebró su décimo aniversario de su reinado tras jurar la Constitución ante las Cortes Generales y ser proclamado rey el 19 de junio de 2014. Varios han sido los actos que se han celebrado en el Palacio Real y sus alrededores para festejar esta efeméride. Si algo llamó la atención en los brillantes y solemnes actos fue, entre otros, la desfachatez con la que el fiscal general del Estado saludaba a la imputada Begoña Gómez con risitas cómplices compartidas con su marido (presidente del Gobierno). Un desternillante saludo que mostraba claramente, con sus miradas, que su misión estaba cumplida. Supongo que Sánchez pensaría “pringado gánate el puesto y no me falles”. El recato institucional y el respeto a las mínimas normas le son indiferentes a la pareja Sánchez-Gómez. Se sienten intocables. Ya lo dijo su boceras Puente: “es el puto amo”.   

El Salón de Columnas del Palacio Real estaba repleto de sanchistas, pues hasta le pusieron una silla a Baltasar Garzón, tal vez como representante de los españoles condenados por prevaricación. Un grupo que empieza a moverse para obtener del Tribunal Constitucional lo alcanzado por Maleni: el borrado del delito de los ERE fraudulentos ya sentenciado por el Tribunal Supremo. Si Sánchez ya lo ha conseguido para sus socios parlamentarios con la amnistía, por qué no a vosotros. Muchos dirán que son pequeños detalles, pero a veces son los más significativos. Como el de Sánchez, en una entrevista (julio 2020 con el ministro italiano), al calificar de “inquietantes” y “perturbadoras” las informaciones sobre Juan Carlo I ante la condena ética que recibía. Aquel pequeño detalle enseñó la puerta de salida al Rey. Sus medios afines se lanzaron a por él y lo consiguieron.

Sabemos que la lamentable iniciativa de su destierro partió del Ejecutivo y la encargada de comunicarlo a la Zarzuela fue Carmen Calvo. Ojo Majestad a los detalles. Admiro mucho al Rey Felipe VI, por su papel como Jede de Estado y su compromiso con la Constitución, también por haber sabido templar la situación que su padre dejó con sus devaneos e imagen poco edificante. Sin embargo, se echa de menos aquel “¡por qué no te callas!”, que tan acertadamente utilizó su padre ante el sátrapa venezolano, y que en la situación actual debería usarlo con este Ejecutivo. Un Gobierno que siempre utiliza pequeños detalles para ridiculizar la Monarquía, como utilizar sus efemérides poniendo en su mesa del Palacio Real a esa banda de prevaricadores e imputados dejando en la calle al jefe de la oposición de un partido que ganó las últimas elecciones generales con un respaldo de más de ocho millones de españoles. O, dejar solo a Felipe VI en su viaje a la frontera de la OTAN en los países bálticos. Eso si es perturbador e inquietante.

Da la impresión, para muchos españoles, que Felipe VI ha perdido el instinto que su padre demostró en varias ocasiones, como el 23F de 1981, y darse cuenta de que la mayoría de sus invitados al acto del aniversario son los que pretender sacarlo de la Zarzuela y no los que dejo en la calle. El manejo institucional por parte de este Ejecutivo está consiguiendo socavar el deseo de un pueblo hacia su Monarca. Ya lo hicieron con su padre. Todos estamos esperando que vuelva a demostrar las agallas de aquel discurso del 3-X-2017 y poner más respeto institucional. Felipe VI antepuso su deber a sus afectos familiares, cuestión que nunca haría Sánchez apartando de la vida pública a su esposa o a su hermano. Si Sánchez aplicara el mismo rasero censor que aplica a todo aquel que le contradice, la fila de proscritos a cualquier acto de Estado sería tan larga que Felipe VI tendría que actuar como aquel rey de la “parábola del banquete de bodas”: salir a la calle a buscar invitados. ¡Ojo! Majestad, a tantos “pequeños detalles”.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 25-06-2024.

domingo, 9 de junio de 2024

CIUDADANÍA EN UNA DEMOCRACIA PLENA

Históricamente hay dos momentos donde el concepto de ciudadanía evolucionó: siglo XII, cuando los países medievales comienzan lentamente a asumir un rol regulador de los derechos civiles; y el siglo XVIII, cuando se produce una ampliación de los derechos sociales al ciudadano que dejo de ser súbdito. Es precisamente a fines de la edad moderna, especialmente con la revolución francesa y americana, cuando se comienza a demandar un espacio de participación política para los habitantes del Estado. Pero no todos eran ciudadanos, quedaban excluidos los aristócratas, los extranjeros, los criminales, las mujeres y los marginales. El ejercicio pleno de la ciudadanía quedaba aún muy distante.

Uno de los principales retos de la actual teoría de las libertades consiste en precisar el significado y alcance de la noción de ciudadanía. No podemos hablar de ciudadanía sin citar al sociólogo británico Thomas Humphrey Marshall, que en 1950 publicó “Ciudadanía y clase social”, un ensayo basado en la conferencia anual en Cambridge que dio Alfred Marshall (economista) en 1885 para plantear el problema de “la igualdad social”. Este libro se convirtió en un referente dando lugar, en parte, a la construcción teórica del Estado del bienestar, y agitó particularmente el debate académico en el siglo pasado, saltando entonces a la primera línea del interés internacional. Su obra hay que contextualizarla en aquellos años, con una Europa incendiada tras la Segunda Guerra Mundial, y su deseo de contribuir en la reconstrucción del nuevo mundo postbélico que obligaban a redefinir el análisis de los conceptos de “ciudadanía” y “clase social”.

Para Marshall, la ciudadanía queda definida como “aquel estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad”, y señala la existencia de una tendencia hacia la expansión de los derechos de la ciudadanía: civiles (integrado en las capacidades del ejercicio de las libertades individuales), políticos (el derecho a la participación en el poder político) y sociales (como garantía a una vida digna y al bienestar social de los individuos). Para este sociólogo el “prejuicio y la parcialidad de clase”, junto a la “distribución desigual de la riqueza”, son factores muy influyentes a que ciertas personas no puedan protegerse social y económicamente. Factores que muestran que el individuo no es solo un sujeto racional (homo oeconomicus), sino un ser capaz de tener un sentido de la justicia a partir de su percepción de trato social, económico y moral, y que recibe de la sociedad en la que vive y de sus semejantes.

Si bien la democracia representativa y plural vio su triunfo a nivel mundial en los últimos dos lustros del siglo pasado. Esta conquista, poco a poco se ha ido deteriorando por el descrédito de los partidos y las instituciones políticas, la falta de honestidad de sus programas políticos y sus dirigentes, así como la corrupción existente. La estructura política creada ha debilitado los poderes del estado (legislativo, ejecutivo y judicial) y, con ello, el resurgimiento del nacionalismo, integrismos étnicos y fundamentalismos religiosos. Un resurgimiento que ha minado la soberanía del pueblo español y la democracia plena, donde el concepto de ciudadanía ya no es de pleno derecho de una comunidad sino de varias enfrentadas. Así, se llega a concebir un modelo de Estado patrimonialista y personal, sostenido sobre una malla asistencial clientelar y corporativista, totalmente ajeno al igualitarismo propio de una ciudadanía moderna y solo al servicio de los intereses del dirigente y su séquito. Un modelo así carecerá de una ciudadanía que trate de empoderar al sujeto moral, al sujeto ético, al sujeto de derechos y al sujeto ciudadano, volviendo a la condición de súbdito tan alejado de toda democracia plena.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 09-06-2024.