Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





viernes, 8 de noviembre de 2024

¡AMUNT VALENÇIA!

 

En la madrugada del 29 de octubre de 2024, Valencia sufrió la peor DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) del siglo. Un fenómeno meteorológico devastador que, hasta ahora, ha contabilizado 215 muertos y 78 personas desaparecidos. Ante las imágenes de la tragedia causada por la DANA, cualquier cosa que se diga no será capaz de describir el sentimiento y malestar de quien esto escribe. Vienen a mi mente flashes, destellos de imágenes ocurridas a lo largo de esta desgracia y en todos ellos siempre aparece la cara, el rostro de la madre, la hija, la esposa… que busca al ser querido perdido en la avalancha de barro y agua que el siniestro ha traído. Veo lágrimas, chillidos, ferocidad y atropellos de aquellos que han perdido al ser querido, de aquellos que lo han perdido todo. Intuyo el pensamiento de esos miles de afectado mirando ciegos al cielo y preguntándose ¿por qué a nosotros?, ¿Cómo es posible que Dios haya permitido tanto dolor y muerte? Es humano que ante desgracias de este calibre se interpele a Dios, el Papa Benedicto XVI lo hizo aquel 28 de mayo de 2006 en su visita al campo de concentración de Auschwitz: “Por qué, Señor, has tolerado esto”. Dichosos sean quienes, con ejemplar aceptación, están soportando las consecuencias de la desdicha.

Cuando el ser humano ha conseguido alcanzar unos niveles de civilización, de progreso y de bienestar altísimos, fruto de la evolución de un esfuerzo ingente por parte de los que nos precedieron a través del tiempo, pensamos que este tipo de vida que hemos heredado fuera normal, pero no lo es. Hemos llegado a creer que la felicidad, la libertad y la alegría son lo mínimo exigible, que debe ser permanente y que tanta dicha no hace falta defenderla, sino solo disfrutarla. Pero no. Solo tenemos que mirar nuestro entorno para darnos cuenta de que ese disfrute, del que unos pocos gozamos por haber nacido en países desarrollados y ricos, no es normal, es un milagro ¿Cuántas personas del planeta tendrán la razón de interpelar a Dios por su desgracia? ¿Por qué Dios permite tanta injusticia? Recuerdo una respuesta que me hizo meditar y que la traigo aquí. Dios permite que suceda la injusticia en este mundo por una razón muy sencilla: Juicio. Y como vinculo irrefutable con el juicio, existe tal cosa como la responsabilidad; algo que Satanás está tratando de borrar. Nadie quiere sentirse responsable por nada.

Si repasamos lo sucedido en esta catástrofe veremos como nadie a pedido perdón, nadie ha sido capaz de reconocer que su responsabilidad no estuvo al nivel esperado. Hubert Humphrey (vicepresidente de los EEUU entre 1965 y 1969) dijo que “errar es humano, culpar a alguien es política”. Acertaba, pues escabullir la responsabilidad echando la culpa a otros es una característica de la vida política actual. Es la razón de la honda indignación de la ciudadanía ante esta tragedia, que se expresó con ira y violencia durante la visita de lo Reyes a Paiporta, acompañados por Carlos Mazón y Pedro Sánchez. Una reacción perfectamente comprensible de quien lo ha perdido todo y se encuentra desesperado y agónico. Pero también es cierto que se ha canalizado de forma poco ejemplar. El negacionismo de Mazón pensando que la DANA iba a pasar de largo. La omisión de Sánchez de cumplir con su deber, como presidente del Gobierno de España, de liderar la respuesta inmediata a una catástrofe de esta envergadura, ha dado un triste espectáculo de desorganización trasmitido a todo el mundo.

La inmensa tragedia está dando paso a un reparto mezquino y descarado de responsabilidades que no ayudan en nada a aliviar el dolor de esta tragedia. El sentido común nos dice que un desastre de este calibre desborda la capacidad de cualquier comunidad autónoma. Como decía el filósofo griego Epicteto “las circunstancias no hacen al hombre, solo revelan lo que hay en él”. Tiempo habrá para dirimir responsabilidades. Pero en lo que no hay que perder tiempo es en la reconstrucción de la región, sin reparar en gastos, sin previsiones económicas de difícil evaluación y sobre todo sin trabas administrativas que impidan que las ayudas lleguen pronto y se distribuyan rápido entre los que más lo necesitan. La DANA ha mostrado que el sistema actual no ha funcionado y obliga a abordarlo con seriedad y unidad. También ha puesto al descubierto la cara de la maldad y la cara de la bondad. La maldad, identificada con todo aquel que rehúye de sus obligaciones, de esa responsabilidad que Satanás intenta borrar. La cara de la bondad, presente en aquellos que se enfrentan a la trágica situación de la mejor forma que pueden y con las herramientas que tienen a su alcance, siempre solidarios ante la adversidad ajena, aguantando todo y luchando lo que haga falta, con una consigna: ¡Amunt Valençia!

 

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado el 8-11-2024.

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