Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





jueves, 1 de enero de 2015

LA ÚLTIMA ARMONÍA



El director de fama mundial de la Orquesta de Bolshoi, conocido como "El Maestro", Andrey Simonovich Filipov, vio su carrera públicamente destruida por Leonid Brezhnev por defender a los músicos judíos y ahora se ve reducido a trabajar como conserje en el mismo teatro donde alguna vez dirigió.
Mientras Filipov limpia la oficina del gerente del teatro, intercepta una invitación oficial del prestigioso Théatre du Châtelet en París para sustituir un concierto de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles que se había cancelado en el último momento. Filipov crea un plan para reunir a su antigua orquesta, compuesta ahora por viejos músicos judíos y gitanos, que se han visto reducidos a sobrevivir trabajando en lo que fuere.
En el arriesgado plan de Filipov se incluyen una serie de condiciones para ir al teatro del Châtelet, siendo una de ellas que la solista sea Anne-Marie Jacquet, quien nunca ha interpretado el Concierto de Tchaikovski porque le tiene miedo, pero ha soñado desde hace mucho interpretarlo con el Bolshoi y particularmente con Filipov, cuya fama fuera de Rusia nunca ha disminuido.
Por fin, después de pasar verdaderas calamidades para reunir a los músicos, llegan a París. Los componentes de la orquesta al verse en esa gran ciudad llena de recuerdos hermosos para cada uno de ellos, aprovechan la ocasión y desaparecen entre fiestas y búsqueda de otros trabajos. La falta de profesionalismo de los músicos rusos y las impresiones de Anne-Marie de que el concierto va a ser un desastre la fuerzan a cancelar el concierto. Sin embargo, ante la insistencia de un amigo de que necesita ir al concierto porque en el descubrirá una clave para conocer una parte de su pasado y el de sus padres, que nunca conoció, ella acepta.
El día de la celebración del concierto la orquesta no había aparecido y el sentimiento de fracaso cunde en Anne-Marie, Filipov, el director del Châtelet y en el manager de la orquesta, agente de la KGB Iván Gavrilov. A través de mensajes se consigue traer a los músicos al teatro y van tomando asiento en el último instante sin haber hecho un solo ensayo.
Comienza el ansiado concierto con un inicio poco feliz, debido a la falta de ensayos, nadie cree en que aquello funcione, el manager Gavrilov, comunista convencido y ateo, pone su mirada en el cielo y dice: Dios demuestra que existes, te lo pido por favor. Tras los primeros compases, de la pieza elegida de Tchaikovski, cada uno de los músicos de la orquesta empieza a desafinar ante las risas y la perplejidad del público asistente que abarrotaba el Théatre du Châtelet de París. Las miradas de Filipov y Anne-Marie se cruzan entristecidas al darse cuenta de que la armonía esperada está muy lejos de alcanzarse.
Pasados los primeros compases la orquesta logra alcanzar la armonía espontánea soñada por Filipov cuando Anne-Marie hechiza a todos con su magnífica interpretación de la parte solista, que había estudiado en la partitura marcada que perteneció a su madre. El solo de Anna-Marie y la armonía de la orquesta conecta con todos los presentes que muestran en sus rostros la pasión y alegría de lo que están escuchando. Las notas que salían de cada instrumento elevaron a los músicos y al público asistente al cielo.
El ateo Gavrilov hechizado, por lo que está oyendo y viendo, eleva su mirada al cielo y exclama: Dios mío no me lo puedo creer, ¿Existes? El concierto es un gran éxito y Filipov puede reconstruir su carrera como director de la nueva "Orquesta Andrei Filipov", junto con Anne-Marie, quien se une a él en un tour mundial.
La tragedia de los partícipes de ésta historia[1] se convierte en un cuento de hadas gracias a la fuerza que la música, en este caso de Tchaikovski, imprime en sus corazones, y gracias a la creencia de que todo es posible cuando uno está preparado, tiene fe y acepta gustoso los designios del Señor que, en definitiva, es el que pone los medios para alcanzar la última armonía.  
Los españoles tenemos ante nosotros un nuevo año 2015 donde la tragedia política, ética y moral, vaticinada en éste final del 2014, puede transformarse en otra realidad si somos capaces de defender nuestras creencias, aceptar realidades y no utopías, leer los programas electorales, actuar con sentido común e ir a manifestar nuestro derecho democrático de votar. Es así cómo se sale de las situaciones desesperadas, y es así, cómo pueden conseguirse los grandes éxitos por imposibles que parezcan. No todo está escrito y ningún humano es capaz de forzar a que la última armonía tome forma. Es la sociedad, en su conjunto, la que tiene la palabra y la que debe tener la confianza, el tesón y la fe de saber que no estamos solos y que la última armonía, la última nota, en la gran sinfonía de nuestra existencia, la tiene Dios.
José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
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[1] Basada en la película “Le Concert”. Comedia cinematográfica francesa de 2009 dirigida por Radu Mihăileanu.