Hay que leer el libro “La vida oculta de Bergoglio” para darnos cuenta de la fortaleza del
Papa Francisco ante situaciones vividas en su país de origen que tienen, en
algunas situaciones de tensión, similitudes con el nuestro. Muchas han sido sus
intervenciones en diferentes foros donde hizo reiteradas llamadas a la
pacificación y a la participación de todos los sectores sociales ante las
situaciones de crisis vividas. Una fuerza, la de Jorge Bergoglio, que ante
situaciones de crisis como la que estamos viviendo en estos momentos en España
es digna de emular.
El silencio, ante circunstancias de atropello o
agravio por abuso de poder de una minoría hacia una mayoría, hace que el mudo
sea tan culpable o más que el vocero. Nadie, repito nadie está por encima de la
ley, y cuando alguien se salta las normas o preceptos de obligado cumplimiento establecidas
para regular, obligar o prohibir una cosa, y pretende que no se le castigue por
ello o es un tonto, o se cree un iluminado, o lo que es peor hace tontos al
resto de la ciudadanía.
La decisión de seguir siendo un país –España-
compete siempre a cada uno de sus habitantes, de los contrario la solución
nunca llegara. La experiencia dolorosa vivida en nuestra querida España, tras
la guerra civil, y años de dictadura y represión, que debieron ser ya olvidados
desde la aprobación por la Cortes y ratificación del pueblo español de la
Constitución Española en 1978, parece haber sido olvidado cuarenta años
después. Una constitución que ponía de manifiesto la dignidad de la persona,
los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás como fundamento
del orden político y de la paz social. La Constitución se fundamenta en la
indisoluble unidad de la Nación Española, Patria común e indivisible de todos
los españoles.
Mucho se está hablando estos días de la necesidad
de dialogo. En todo dialogo se debe aceptar aprender, cambiar y crecer, no para
poder cambiar al otro a la fuerza, sino para que todos los participantes
aborden el dialogo con una actitud de completa honestidad y sinceridad. Todo
dialogo obliga a iniciar un camino nuevo. Todo dialogo debe pretender la adhesión
circunstancial a la causa o a la empresa de otros, a un fin común. Siempre la
solidaridad marca una huella transitable en medio del pantano. Un pantano donde
la mentira, el escamoteo, la trampa y la ocultación son males que destruyen la
comunidad.
No podemos dialogar en base a mantener posturas
irracionales y fuera de la ley. No se puede dialogar para consensuar valores,
los valores simplemente son, pues el juego acomodaticio de consensuar valores
corre el riesgo de nivelar hacia abajo y entonces ya no se construye desde lo
sólido sino que se entra en la violencia de la degradación. No se puede
dialogar sobre la destrucción de España. Todo dialogo debe tener en cuenta al
ciudadano espectador y no solo al ciudadano actor. Éste último ha estado
tomando la iniciativa demasiado tiempo, a base de escrachar a cualquier otro
que no pensara lo que él piensa ni hiciera lo que él hace.
Es también cierto que unidad no significa
uniformidad, pero no debemos retornar a la soberbia de la división centenaria
de izquierdas y derechas o de buenos y malos. Ni tampoco a la soberbia del
internismo faccioso, gran deporte nacional, en el cual en vez de enriquecernos
con la confrontación de las diferencias, consiste en destruir implacablemente
hasta lo mejor de las propuestas y logros de los oponentes. No sigamos
revolcándonos en el triste espectáculo de los que ya no saben cómo mentir, de
los que ya no saben cómo salir de sus constantes contradicciones para mantener
sus privilegios, su rapacidad y sus cuotas de ganancias mal obtenidas. No
perdamos la oportunidad histórica de dar cabida a propuestas que dignifiquen y
hagan crecer más nuestra capacidad como nación y, por el contrario, nos
encerremos en inapelables o inamovibles propuestas que nos lleven a todos a un
callejón sin salida.
José Antonio Puig Camps.
AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog:
http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 28-09-2017