Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





viernes, 1 de mayo de 2020

OMERTÁ


Omertá o ley del silencio es el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre los delitos considerados asuntos que incumben a las personas implicadas. Esta práctica es muy difundida en casos de delitos graves o en los casos de mafia donde un testimonio o una de las personas incriminadas prefieren permanecer en silencio por miedo de represalias o por proteger a otros culpables. Esta ley del silencio ha servido para escribir libros y guiones para muchas películas. Entre ellas tengo predilección por “La ley del silencio” con un reparto excepcional y ganadora de 8 de los 12 Óscar a los que estaba nominada, obra maestra de Elia Kazan. Una película donde se relata cómo el protagonista finalmente se decide a declarar contra la mafia, apoyado por la mujer que ama y un sacerdote. No será hasta el acto de fuerza y valentía de la famosa escena final en la que se redima y dote de valor y heroísmo al mismo acto de haber sido un chivato.
Por el camino que vamos, lo más destacado de los cien primeros días del gobierno de Pedro y Pablo (con un presidente que ejerce como tal más de dos años) será la falta de transparencia informativa. Como en La ley del silencio (1954), la obra maestra de Elia Kazan, magistralmente interpretada por Marlon Brando, hay personas y grupos de matones que atemorizan a los que se atreven a protestar. Existe un sentimiento cada vez más generalizado de que al gobierno "progresista" no le gustan los periodistas, sobre todo los que hacen su trabajo preguntando cosas molestas. El gobierno de Sánchez se equivoca al confundir la información con la propaganda. A los dirigentes de Unidas Podemos les gusta distinguir entre "periodistas amigos" que les hacen de palmeros y "periodistas enemigos" a los que hay que combatir porque tratan de hacer su trabajo honestamente. La propia naturaleza del periodismo es vigilar al poder, sea del color que sea. Contaba el gran periodista Pepe Oneto -sufridor por sus opiniones- que la frase de  Winston Churchill "los fascistas de futuro se llamarán a sí mismos antifascistas" había sido profética.
Yo no sé si Churchill la dijo, pero su contenido resulta si no profético acertado. Solo hay que ver al gobierno social-comunista de Sánchez-Iglesias insultar, con saña, de fascistas a los que no están dispuestos a silenciar sus mentiras, falacias o bulos. Pero una mentira jamás se convierte en verdad por mucho que se repita mil veces. Si alguien ha mostrado la mayor desfachatez mintiendo ha sido este gobierno en la gestión del coronavirus. El problema es que estos engaños pasan una colosal factura al conjunto de los españoles, tanto en número de fallecidos como en destrucción de riqueza. España es, de lejos, el país que peor ha gestionado la pandemia. Una gestión que no ha sido tratada por la oposición como hizo Sánchez con el Gobierno de Mariano Rajoy por su gestión de la crisis del ébola en octubre de 2014, un virus que no dejó ningún fallecido contagiado en España. En la actualidad, el coronavirus ha dejado hasta el momento más de 213000 contagiados y 24543 fallecidos.
Todos callan en el Gobierno de la Nación, más aún mienten sin inmutarse, sin turbarse, sin ni siquiera, por lo menos callarse. No, al contrario. Nadie ha sido capaz de decir nada en contra de las palabras del Vicepresidente 2º, señor Iglesias, descalificando al Rey o al Poder Judicial. Ni siquiera los Ministros de Interior y Justicia, ambos jueces y ambos ex vocales del CGPJ, que lejos de criticarlo le dan la razón al amparo de la libertad de expresión. El colmo. Es la Omertá del Ejecutivo. Es la ley del silencio hasta que escampe. Es el “Resistiré” que nos han hecho cantar hasta la saciedad. Es el silencio cómplice de los medios de comunicación –por suerte no de todos. Con esta cuarentena –que ya pasa de los 40 días- a que nos tiene obligados el Ejecutivo de Pedro Sánchez se está consiguiendo que la ley del silencio, la Omertá, se instale como otra pandemia en todo el territorio español. Nadie dice nada, ni sindicatos, ni asociaciones, un pueblo sometido por la situación de alarma que este gobierno quiere perpetuar a pesar de las muchas voces de juristas que dicen que es ilegal. Se ha conseguido con está Omertá que todos tengan miedo a decir lo que piensan, pues lo que piensan y digan queda reflejado y puede ser utilizado para acusarte de antipatriota.
Mientras las personas no podamos salir libremente a la calle. Mientras las personas no se sientan seguras de cuál va a ser su situación laboral. Mientras las personas no se sientan protegidas por la verdadera democracia -que no es esto, el Gobierno de la Nación Española puede estar tranquilo y seguir haciendo lo que le dé la gana. Nunca hemos tenido una situación política donde la minoría de 120 diputados del PSOE actúe como si tuviera mayoría absoluta. Todos aquellos partidos que se sumaron a esa minoría para hacer presidente a Sánchez están callados, solícitos a los deseos del presidente. Todos callan por el miedo a que con otro gobierno su chollo se acabe. No debemos fiarnos de las bravuconadas de algunos políticos sacando pecho con la boca pequeña, de esos presentadores de noticias que aceptan, con todo el descaro, transmitir las mentiras que la hoja de ruta les ha marcado.
Algunos valientes empiezan a sacar sus vergüenzas, como los funcionarios del complejo presidencial que han trabajado para distintos gobiernos y describen, en “es diario”, que la situación actual de la Presidencia es de total improvisación, y auguran: “La desescalada será una ruleta rusa”. Pero los medios de gran audiencia siguen callados ante tanta gestión improvisada del Ejecutivo. Solo algunos medios de poca o media audiencia se atreven a decir algo pues al no recibir subvención pueden decir lo que quieran, a pesar que el Sr. Iglesias ya ha advertido que podría cerrarlos. Pero que aquellos otros medios de gran audiencia se callen, porque así creen estar seguros de su continuidad, pueden equivocarse como el protagonista del poema de Bertolt Brecht ante el ataque de los nazis: “…cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.” No creamos que esto puede durar eternamente. Esto durará tanto como la capacidad que el pueblo español tenga, ante la masacre económica, social y sanitaria de este gobierno, para enfrentarse a ella. Hay que romper ese silencio cómplice, esa Omertá, y tener el valor y el heroísmo que tuvo el protagonista de la “Ley del silencio” de Kazan para empezar a denunciarla. 

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 01-05-2020