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"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





viernes, 22 de julio de 2022

VÍNCULOS DÉBILES

 

La teoría de los vínculos débiles forma parte del análisis de redes sociales. Fue desarrollada a principios de los años 70 por Mark Granovetter (1973), sociólogo de la Universidad de Stanford. Esta teoría plantea que relaciones sociales de baja intensidad, que suponen una mayor distancia social, relaciones menos directas o menor dedicación de tiempo son muy efectivas, al distribuir información no redundante e integrar mundos diferentes. Los vínculos débiles pueden ser tan determinantes o más que los vínculos fuertes; es más probable que encontremos trabajo gracias a la vecina del quinto que por la acción de nuestro propio hermano, por paradójico que suene.

Los vínculos débiles son aquellos que se establecen con personas que conoce, pero con las que no tiene una relación cercana. Son los que proporcionan nueva información ya que se relacionan con otros círculos diferentes. Por ejemplo, pensemos en aquellas personas con las que tenemos una estrecha relación: familiares o amigos, con quienes mantenemos un trato continuo y que al moverse en el mismo círculo, probablemente sepan la misma información que usted. Estos vínculos fuertes pueden ser muy importantes para el apoyo social o los vínculos emocionales; pero los vínculos débiles, a pesar de su nombre, tienen mucha más fortaleza para un trato o relación larga. A pesar de que la teoría de Mark Granovetter salió cuando aún no existían las redes sociales, estas han reforzado considerablemente su estudio, dado que el mundo online hace posible mantener cientos de vínculos débiles con mucha más facilidad.

Si leemos estudios, de más de veinte años, de cómo encontramos a nuestras parejas siempre indicaban que tú conocías gente a través de amigos, o de amigos de conocidos, parientes…Sin embargo desde hace unos diez años, o menos, la gente se empareja a través de aplicaciones. La era de Internet ha hecho que nos sea más fácil ligar a través de la red y más complicado hacerlo en persona. Quizás porque es más sencillo expresar nuestros sentimientos tras una pantalla, o porque, simplemente, hemos perdido la costumbre de hablar, y también flirtear, con alguien a quien acabamos de conocer en un bar o en una fiesta. La cuestión es que las redes sociales se han convertido en un arma en el noble arte de la seducción, un arma que, en ocasiones, puede parecer de doble filo, al tener el efecto contrario al que se pretende.

Cuantos encuentros en la vida son, en principio, intrascendentes y sin embargo suelen terminar en uniones para toda la vida. No es difícil ver parejas que se entusiasman, o como se dice ahora se enrollan, nada más conocerse y nunca llegan a ser determinantes. Es paradójicamente porque no existen vínculos débiles entre ellos (aquel noviazgo largo y comprometido e incluso distante) y quieren tener un vínculo fuerte in situ. 

 José Antonio Puig Camps. (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Presidente Grupo de Estudios de Actualidad Valencia (AGEA)

Publicado 22-07-2022