Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





jueves, 24 de marzo de 2022

PONGAN FIN A ESTA MATANZA

 

En la mañana del domingo 20 de Marzo, el Papa Francisco rezó el Ángelus y después condenó enérgicamente la invasión de Ucrania: “Esto es inhumano” “No hay justificación para todo esto”. Sus palabras han resonado en el corazón de millones de personas que, unidas a él en oración, también reprobamos la violenta agresión que el pueblo ucraniano está sufriendo de manos de un personaje que está dando la medida de su condición de ser humano. Su petición es clara y contundente: “Pido a todos los actores de la comunidad internacional que se comprometan realmente a poner fin a esta repugnante guerra”. Su claridad es tal que utilizó en su condena una de las palabras más fuertes que puede emplear un líder religioso: “Es un sacrilegio, porque va en contra de la santidad de la vida humana. Sobre todo, contra la vida humana indefensa, que debe ser respetada y protegida, no eliminada, y que está por encima de cualquier estrategia”. Las palabras del Papa Francisco deben incrustarse en el corazón de todo bien nacido. Unas palabras suplicantes y conmovedoras que, con la voz entrecortada pero firme, sin mencionar explícitamente a Vladimir Putin, exclamó: “En nombre de Dios, escuchen el grito de los que sufren, y pongan fin a esta matanza”.  

Pero el ser humano, lejos de escuchar el grito desgarrador de los que sufren, pone su “siperismo”, el sí pero no, dudando de todo aquello que no ve, que no toca, siendo tan fácil leer y ver las desgarradoras imagines y las emotivas escenas que día a día se nos están dando por los medios. Más aún, la crisis militar Rusia-Ucrania, ha permitido que circulen por todo el planeta ríos de propaganda tratando de justificar una u otra posición. Es el otro campo de batalla, el de las redes sociales y la opinión general donde se intenta legitimar una opción militar y condenar la otra. Un intento que, ante la falta de verdad, propia de toda contienda, se esgrime para crear una situación de falsos relatos y crear una nebulosa informativa que haga imposible entender la complejidad de la crisis y menos aún construir posibles alternativas que conduzcan a una paz negociada. Esta incapacidad para entender la naturaleza de esta confrontación, multiplica exponencialmente el daño humano y económico, no solo para Ucrania y Rusia, en primer término, sino también para Europa y el resto del mundo. No hay espacio para mantenerse ajeno o neutral frente a un conflicto de estas dimensiones que nos alcanza a todos.

Es la razón, de que el 25 de marzo, en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, respondiendo así al pedido que le realizaron a inicios de marzo los obispos católicos de rito latino de Ucrania. En su carta, los obispos ucranianos le pidieron al Santo Padre que realice la consagración “como lo solicitó la Santísima Virgen en Fátima”. El Acto se hará en el contexto de una Celebración de la Penitencia, que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro de Roma. El Santo Padre indica que en esta hora oscura, “la consagración quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz”.

En una sociedad donde hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar el odio y la agresividad al extremo de suprimir vidas y ser indiferentes a todos y a todo. Se nos propone el lema “Por medio de Él tenemos el perdón”, en la Jornada de la Consagración a María de Rusia y Ucrania. Un perdón a todos los que han perdido la senda de la paz, a todos los que han olvidado las tragedias de otras guerras mundiales y el sacrificio de tantos seres humanos que, a los largo de la historia, han perdido la vida en defensa de la paz. Por todo ello es importante que la sociedad reflexione, si es posible una vez más, ante tanto desatino que ha traicionado el sueño de la paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes. Una reflexión que nos lleve a elevar nuestra plegaria a María para que, una vez más, como ya hizo en Caná de Galilea, repita otra vez a Dios que sus hijos han terminado el vino de la esperanza y ponga fin a esta matanza.

 José Antonio Puig Camps. (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Presidente Grupo de Estudios de Actualidad Valencia (AGEA)

Publicado 24-03-2022