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MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





sábado, 16 de septiembre de 2017

NECESIDAD DE MIRAR A LO ALTO



Uno de los problemas más graves del sistema educativo español es el extraordinario porcentaje de alumnos repetidores. Así lo indica la OCDE, en su informe PISA 2015, para advertir a España de las dificultades que supone tener a tantos estudiantes repitiendo curso. Un problema doble, por una parte, la repetición incrementa el coste de la formación de un alumno, por otra, el hecho de volver a estudiar unas mismas asignaturas no entraña una mejora. Los resultados de los repetidores, prosigue el informe, son significativamente peores que los de los no repetidores. En España, casi uno de cada tres alumnos de 15 años (el 31%) está repitiendo, por primera o por segunda vez, algún curso de la ESO. Son 19 puntos porcentuales más que el promedio de países de la OCDE y 16 más que en el conjunto de alumnos de la Unión Europea. Por otra parte, el informe alerta de que la situación es preocupante en todas las comunidades, desde el 21% de Catalunya hasta el 40% de Baleares, aunque se observa una ligera disminución de estos porcentajes desde la edición del 2012.  La nota media obtenida por los estudiantes de 15 años españoles (edad donde se realiza la prueba) en comprensión lectora ha sido de 496 puntos, tres más que el promedio de la OCDE, dos por encima de la media de la Unión Europea (UE) y ocho más que los jóvenes españoles evaluados en el informe PISA del 2012. El número uno mundial en esta materia es Singapur, con 535 puntos. La materia que sigue atragantándose al alumnado español es la de matemáticas, ya que es donde peor resultados se obtienen.
La falta de esfuerzo y motivación estudiantil. El grado tan alto de absentismo y fracaso escolar. El nivel educativo de padres y profesores. Son todo causas claras de la necesidad de una revisión del sistema educativo español. Un sistema educativo que año tras año marca claramente un abismo entre unos países y otros y, en el caso español, entre unas comunidades y otras. Esta brecha ha tomado unas dimensiones tan grandes que va costar mucho tiempo salir de ella. El director de Educación de la OCDE y máximo responsable de PISA, Andreas Schleicher, considera que los datos de España reflejan un estancamiento desde el inicio de la prueba. Distintos especialistas coinciden en que es difícil establecer razones concretas en la mejora de un sistema. Pero hay un aspecto en el que existe consenso y que España nunca ha abordado: mejorar la profesión docente.
Los dos grandes modelos del sistema educativo español han sido: La Ley General de Educación (1970, impulsada por Villar Palasí), que estableció la enseñanza obligatoria hasta los 14 años, cursando la EGB (Educación General Básica); la otra, la LOGSE (1990, promulgada por el PSOE), que sustituyó a la anterior. A partir de entonces sucesivos gobiernos, de una u otra tendencia política, han ido añadiendo retoques sin entrar de lleno en una verdadera reforma educativa. La LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) promulgada por el gobierno de Aznar –año 2002)- no llego a ver la luz, al ser derogada por el gobierno de Rodríguez Zapatero dando continuidad a la anterior ley socialista. En 2013, el Congreso de los Diputados aprobó la nueva ley educativa LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), primera norma educativa del Partido Popular, pero que ya se está poniendo sobre el tapete sustituirla por una normativa de consenso.
A estas alturas, donde se observa una clara tendencia a no aceptar todo aquello que un partido determinado se capaz de aprobar en materia educativa, se debe entrar de lleno en activar un consenso que de una vez por todas deje de marear a profesores, alumnos y familias en esta materia, por otra parte, tan necesaria para el desarrollo de un país. Firmar un Pacto Educativo sería algo inédito en 40 años de democracia. El acuerdo, hasta hoy imposible, podría verse favorecido por un momento político inédito, con un Gobierno en minoría que necesita recabar apoyos.
Las altas tasas de fracaso, las posiciones modestas en las clasificaciones internacionales, los recortes y el futuro incierto de las próximas generaciones lo hacen más necesario que nunca. Pero ese gran pacto debe tener en cuenta que la sociedad del conocimiento, con expectativas que son cada vez más variables y revisables en el tiempo, obliga a legislar hoy pero con visión de futuro. Una visión de futuro que deberá tener en cuenta la advertencia dada por el exsecretario de Educación de Estados Unidos Richard Riley: “Estamos preparando a nuestros estudiantes para trabajos que aún no existen, en los que tendrán que usar tecnologías que no han sido inventadas, para resolver problemas en los que no hemos pensado todavía”.
Ante esta situación no podemos seguir empantanados en el lamento, las letanías de denuncias, los círculos viciosos de resentimientos y crispaciones y las confrontaciones permanentes. Se debe apostar en España por una enseñanza educativa donde todos deban estar sentados en esa mesa del consenso y no en una mesa de intereses donde solo unos pocos se benefician y el futuro de nuestros jóvenes se destruye. Cuando uno se olvida de mirar a lo alto cae en la suficiencia, la vanidad y el orgullo. Cuando uno se olvida de mirar a los costados, se olvida de que gobernar es servir al pueblo.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 16-09-2017