Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





martes, 7 de abril de 2015

OTRA FORMA DE ORAR



Hace unos días vivimos, una año más, la semana grande cristiana, la semana de la pasión del Señor, la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Una semana llena de actos litúrgicos y muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo. Otras formas hermosas y distintas de orar y manifestar con miradas, actitudes, cantos y llantos las devociones al Hijo de Dios.
En España destacan las procesiones y las representaciones de la pasión, episodios evangélicos que narran los sucesos protagonizados por Jesucristo entre la última cena y su crucifixión y muerte.  Alegorías que, a través de imágenes o pasos transportados por distintos medios, mecánicos o humanos, van recibiendo diferentes nombres según el lugar y la tradición.
La frivolidad de algunos, en esa semana grande cristiana, se compensa con creces con las actitudes de muchos ante las escenas dolorosas y amargas por las que aquel hombre tuvo que vivir. Actitudes que, en definitiva, son oraciones a un hombre Dios que hacía opción por el pobre y oprimido, real y no abstracto. Esa elección por hombres y mujeres pobres, oprimidos y marginados que la sociedad había marcado de “diferentes” y que, sin embargo, el escuchaba y defendía, es lo que lo llevó a la cruz.
Vemos sobrecogidos como en las procesiones los pasos son llevados por los costaleros. Sobrecogidos, por el sufrimiento que esas personas soportan al llevar sobre sus hombros el peso de las imágenes representativas del dolor. Esos portadores, los costaleros, dicen que es su forma de manifestar su agradecimiento al Señor, que llevan a andas, a través de su orar con los pies. Otra forma de orar que llena de satisfacción a esos portadores que esperan año tras año ese momento santo.
Esta forma de orar se expresa, por los “llevadores”, estando de pie perfectamente alineados en posición vertical, formando grupos de varias personas y con la única ayuda del costal, varales o trabajaderas que se colocan transversalmente para que así descanse sobre la cerviz de los costaleros. Ellos saben que esa postura no es casual, es la que Jesús invita a adoptar: “¡Levantaos y orad!” (Lucas 22, 16).
Lo hermoso de esos actos religiosos que, en la semana de pasión, realizamos los cristianos es un reconocimiento al sufrimiento del Señor. Con nuestra presencia en los diferentes actos, con nuestros cantos, llantos y lamentos, comprendemos y manifestamos, lo que la poeta Emma Margarita indica en una estrofa de su poema “Hoy conozco Señor tu sufrimiento”: Hoy comprendo, Señor, tu sufrimiento, tu amor sacrificado, omnipotente. Yo también te he vendido y traicionado. ¡Pido perdón por tu pasión y muerte!
José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Twitter: @JapuigJose