En la mitología griega, según la versión del poeta Hesíodo, Pandora fue la primera mujer hecha por Hefestos (dios de la forja y el fuego) por orden del dios Zeus para enviársela a los hombres porque Prometeo (el amigo de los mortales), en contra de su voluntad, otorgo el don del fuego a la humanidad. El enfado de Zeus queda patente enviando a Pandora que, al abrir su jarra o caja dada por los dioses, llevó al mundo todas las desgracias que aquejan a la humanidad. En "Trabajos y días”, Hesíodo indica que los hombres habían vivido hasta entonces libres de fatigas y enfermedades. Pero lo último que queda en la caja, antes de que Pandora la cierre, es la esperanza.
A la vista de los acontecimientos que suceden en España desde hace unos años, parece que Pandora ha regresado a nuestro país, en forma de Pedro Sánchez, y abre la caja o jarra de barro para volcar sobre la ciudadanía española su contenido de maldades a través de un tratado de amnistía entre el Gobierno de la nación y sus socios de investidura. Un tratado que para llevarlo a cabo no duda en levantar un muro que separe a unos españoles de otros. Su codicia de poder hace ver a sus votantes que el bien y el mal no existen, que la verdad es relativa y contraproducente para conseguir el dominio que necesita para perpetuarse en la Moncloa por “el bien de España”. Los conceptos de moral, valor, honestidad y cumplimiento de la palabra dada son conceptos rancios que no caben en un gobierno “progresista”. Es el partido por el dirigido quien establece qué es “progreso” en cada momento.
Pedro (perdón por el atrevimiento), la historia nos ha demostrado desde el Génesis hasta nuestros días que el ser caído fue aquel que quiso ser como Dios, aquel que por su mala intención corrompió la naturaleza pura que habían recibido del Señor. Tu ego es demasiado grande. No seas tan soberbio y no quieras ser un dios en la tierra pues, aunque has demostrado que el enfrentamiento es lo tuyo (conoces bien lo de divide y vencerás), a veces te pasas con tu diplomacia frentistas. Lo hiciste con Argelia y ahora vuelves a hacerlo en tu visita a Israel donde creas un conflicto entre la Unión Europea e Israel, un conflicto que es aplaudido por los terroristas de Hamás por tu posición frente al “Estado ocupante de Israel”. Está claro que, como buen insolente, el enfrentamiento y el conflicto te va, así como crear el derrotismo en la ciudadanía como anestesia para que se canse y deje de protestar. Pero creo que esta vez tu jugada no te va a beneficiar porque ya te conocemos y estamos hartos de tus mentiras y cambios de opinión.
La ciudadanía despreciada, si la del otro lado del muro, se ha despertado y lo está demostrando con sus múltiples manifestaciones en las calles de todos los rincones de España. Su grito de “basta ya” quiere mostrar de nuevo al mundo que aquel espíritu de la Transición se mantiene, que los intentos de jerarcas y caciques por tiranizar a esa ciudadanía se va a desmantelar, y lo hará porque quiere llegar a tiempo y cerrar esa caja de Pandora para no perder la esperanza. Su grito ha llegado a instituciones, asociaciones, de dentro y fuera de España, el Parlamento Europeo ha tomado nota de esta situación del Estado de Derecho en España como consecuencia del acuerdo de gobierno con los líderes del procés. Pero también debemos ser realistas y no confiar en que serán otros los que arreglarán nuestros problemas. Las soluciones vendrán de nuestras manos, de nuestras actitudes, de nuestros compromisos y de nuestros deseos de mantener una España en libertad e igualdad de derechos. Cuando un país tiene una sociedad civil fuerte, celosa de sus libertades y movilizada ante cualquier agravio contra las mismas, no es fácil que renuncia a ellas y luchará para mantenerlas.
