Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





lunes, 22 de noviembre de 2021

LA ASTUCIA

 

El astuto o “el que va de listo”, es un perfil de persona especialmente hábil para engañar a otros o evitar que la engañen, y capaz de lograr su objetivo por medio de una maquinación, treta o ardid. Ser astuto no implica inteligencia ni sabiduría necesariamente, tan solo es una hábil manera de beneficiarse o de conseguir una meta a costa del engaño del prójimo, algo similar a la relación que en ocasiones se da en el mundo animal entre un parásito y un anfitrión. Es una habilidad innata y se desarrolla a lo largo de la vida. La perspicacia, la capacidad para poder ver los detalles que para otros no son importantes, al igual que la sagacidad, con la que se pueden entender con facilidad problemas, intensifican a la astucia, haciéndola más eficaz. En resumen el astuto es un tipo de persona centrada sobre todo en metas a corto plazo, es especialmente hábil para engañar y no suele crear nada, simplemente maneja y manipula la realidad en la que vive para su propio beneficio.

Sin embargo, ser astuto no siempre es negativo, si bien hay personas astutas que se aprovechan de sus habilidades para engañar y estafar a otras personas, también hay personas astutas que aprovechan sus habilidades positivamente para lograr sus metas y progresar en la vida sin aprovecharse de otros. La astucia fue referida por Jesucristo en la parábola del administrador astuto (Lc 16, 1-13), donde nos hace ver que “los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz”. Está poniéndonos en evidencia la necesidad de que las personas que viven en actitud de servicio desinteresado a los demás (“hijos de la luz”) sean también astutos. Una astucia que defienda nuestras posturas, creencias, virtudes y valores, sin permitir fraude alguno. Que nos lleve a postular nuestras ideas o principios, con la motivación necesaria y suficiente para que sepamos actuar ante los “hijos de este mundo”. Pero con la diferencia de hacerlo con sagacidad e inteligencia capaz de crear soluciones a los problemas de forma eficiente, práctica y sin necesidad de recurrir al engaño.

Lo malo es cuando la sociedad no valora en profundidad el engaño sufrido y solo lo considera como algo intrascendente, vulgar o de poca importancia. Es la banalidad del mal. Una frase de Hannah Arendt que reflexiona sobre la complejidad de la condición humana, al acatar esas acciones fraudulentas, y alerta de que es necesario estar siempre atento y evitar que ocurran. Cuando una sociedad acepta lo inaceptable, las ideologías pierden todo pudor. Y así lo que hasta hace pocos años no podía ser dicho o hecho por alguien, sin el riesgo de perder el respeto de todo el mundo y su propia dignidad, hoy puede ser expresado con toda crudeza por algunas autoridades políticas y permanecer impune. La astucia embustera amortaja el genio y la visión de la realidad en el ciudadano de buena fe. Es de imperiosa necesidad despertar ante tanta inmundicia y ser más sagaz que el taimado embustero.

 

José Antonio Puig Camps. (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Presidente Grupo de Estudios de Actualidad Valencia (AGEA)

Publicado 22-11-2021