Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





jueves, 22 de mayo de 2025

EL AMO Y EL ESCLAVO

 

El filósofo alemán George W. Friedrich Hegel, publicó en 1807 “La fenomenología del espíritu o de la mente”, donde se tratan problemáticas filosóficas como la dialéctica del amo y el esclavo, donde Hegel explora la dinámica de la conciencia y el reconocimiento mutuo. La "esclavitud dependiente", conocida como la "dialéctica del amo y el esclavo", describe una relación de poder en la que ambos participantes, el amo y el esclavo, dependen mutuamente. El amo, en teoría, domina, pero a su vez necesita del esclavo para su reconocimiento y para la realización de tareas que le permiten alcanzar una autoconciencia. El esclavo, a su vez, depende del amo para su reconocimiento.

El amo, en esta dialéctica, busca la afirmación de su propia existencia a través de la dominación del esclavo. El esclavo, a través de su labor, no solo satisface las necesidades del amo, sino que también se transforma y desarrolla su propia autoconciencia. Este desarrollo le da la capacidad de reconocer sus propios sentimientos, pensamientos y comportamientos, lo que implica reflexionar sobre uno mismo. De tal manera, que el esclavo es un dependiente consciente de lo que hace y porque lo hace. La "auctoritas" de un líder político descansa en la conciencia servil de quien está dispuesto a ejecutar lo que el amo ordena. El análisis de Hegel nos muestra la clara definición de los mecanismos de poder, afirmando que el que manda no considera al esclavo como algo real sino como un instrumento para satisfacer sus deseos.

Tan solo como ejemplo de lo anterior, me viene a la memoria esos mensajes privados entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del entonces número dos en el PSOE y ministro de Transportes, José L. Ábalos, publicados por el diario El Mundo. Esos mensajes demuestran dos cosas: el alto grado de confianza entre ambos y, la dialéctica del amo (Sánchez) y el esclavo (Ábalos). El jefe del ejecutivo encargaba a su servil ministro mantener el control sobre los presidentes autonómicos críticos (Page, Lamban, Fdez. Vara), para que llamase al orden a esos “hipócritas”, “petardos” e “impresentables” y evitar discrepancias públicas sobre los pactos con Bildu o los indultos a los líderes del “procés”. No le pregunta su parecer, pues rompería su concepto de autoridad. Se limite a dar órdenes poniendo de manifiesto que él es el que manda, el “puto amo”, y el esclavo el que obedece sin rechistar.

Como dice Hegel, el amo, en teoría, domina, pero a su vez necesita del esclavo para su reconocimiento y para la realización de tareas que le permitan alcanzar plenamente sus deseos. Esa necesidad la vemos, en los citados mensajes, tras la destitución de Ábalos en 2021, cuando Sánchez le escribió: “Hace tiempo que no hablamos. Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios". Ábalos respondió agradeciendo el gesto: "Gracias, presidente". Una muestra de que esa relación del amo y el esclavo seguía estando en su cabeza, se observa al seguir asesorando a Sánchez en 2023, cuando ya se investigaba el caso Koldo, una aportación muy valorada por el presidente. Así, se lo hace saber: “Gracias, José Luis. La verdad es que he echado de menos muchas veces trabajar contigo. Siempre he valorado mucho tu criterio político. También tu amistad. En fin. Te mando un abrazo".

La relación del presidente con muchos de sus ministros y colaboradores es muy parecida a la mantenida con Ábalos, caracterizado por un claro sometimiento al cesar. Pero como Hegel indica, este vínculo es inestable dado que el vasallo siempre tiene la posibilidad de rebelarse contra su dueño. Es ahí donde el lector de lo publicado se pregunta si ha sido fruto de una venganza o de una advertencia de lo que puede sacar. El tiempo lo dirá.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado 22-05-2025

sábado, 10 de mayo de 2025

EL FIEL ADMINISTRADOR

 

El papa Francisco asistió al VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales que tuvo lugar el 14 y 15 de septiembre de 2022 en Kazajistán. En este país, los católicos suponen aproximadamente el 1% de los 19 millones de habitantes del país. Siendo la religión más numerosa el islam, con un 70% de la población. En su documento final se insta a los líderes mundiales "a cesar la retórica agresiva que alimenta los conflictos". El obispo auxiliar católico de la capital kazaja, Athanasius Sneider, dijo “El congreso en sí tiene el buen objetivo de promover el respeto mutuo y la comprensión en el mundo actual. Pero tiene un peligro: dar la impresión de un “supermercado de las religiones” lo cual no es correcto”.

Dada la tendencia existente de considerar la libertad religiosa como la situación de un cliente frente al expositor del supermercado, no extraña esa advertencia. Pero no debemos olvidar el mandato que Jesús dio a sus apóstoles de “ir al mundo entero y predicar el evangelio” (Mt 28:19-20). Un mandato que implica ir a todos los rincones del mundo para compartir la buena noticia de la salvación a través de Jesucristo. El papa Francisco supo recoger en su papado ese mandato. Así, su figura será recordada por su deseo constante de mirar a Jesús, dejarse encontrar por su misericordia y buscar la capacidad de transformación que hay en cada hombre. Su constante defensa a los desfavorecidos y su intento de conectar con los hombres ha devuelto a la Iglesia a sus orígenes, a un cristianismo solidario y comunitario, que estreche los vínculos entre los pastores y los creyentes.

Francisco habló en su catequesis (entre agosto de 2022 y enero 2023), sobre el discernimiento espiritual, que consiste en la búsqueda del mensaje de Dios en el mundo a través de la fe y la razón. Es la lucidez que nos permite vivir la experiencia espiritual de manera más bella y ordenada, donde la fe interpela a cada ser humano de forma personal. Bergoglio con ello nos une más a Dios, haciéndonos capaces de pedir al Padre su ayuda, auxilio o protección. Una manera de compaginar la fe y el entendimiento como nos enseñó Santo Tomás de Aquino. Un Papa que nos ha puesto a Dios en el centro de nuestras vidas, para liberarnos de las cadenas del consumismo, la banalidad y el espectáculo.

El sucesor de Francisco ya ha salido del Conclave. El ocho de mayo de 2025 a las 18:25 la chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo blanco, una hora después el cardenal Dominique Mamberti anunció el nombre del sucesor de Francisco. El elegido por la intercesión del Espíritu Santo es Robert Prevost, cardenal de EE.UU. con nacionalidad peruana de 69 años y con raíces españolas, con el nombre papal de León XIV. Su primer mensaje fue un saludo de paz para las familias, para todos los presentes, donde quiera que se encuentren. También rindió homenaje al papa Francisco, que murió el pasado 21 de abril a los 88 años, al afirmar su deseo de impartir su bendición al pueblo tal y como hizo su predecesor en su última aparición en la Plaza de San Pedro.

Por primera vez en la historia, un estadounidense-latino es elegido Papa. Robert Prevost, vivió más de 18 años en Perú como misionero agustino y obispo de Chiclayo, donde se destacó por su cercanía con las comunidades y su labor pastoral. León XIV es visto como un líder moderado, con sensibilidad social y una fuerte conexión con las periferias, en línea con el legado de Francisco. Su elección marca un hito histórico y abre nuevas expectativas para el futuro de la Iglesia. En su primera misa, celebrada en la capilla Sixtina, dice que espera ser un “fiel administrador” para toda la Iglesia. En los evangelios, el concepto de “fiel administrador”, hace referencia a quien gestiona los recursos que Dios le ha confiado, tanto materiales como espirituales, con honestidad, responsabilidad y sabiduría. Es la fidelidad del siervo de Jesucristo que consiste en el hecho de que no busca adecuar la fe a las modas del tiempo. Solo Cristo tiene palabras de vida eterna, y debemos llevar estas palabras a la gente. Son el bien más precioso que se nos ha confiado.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado 10-05-2025

sábado, 19 de abril de 2025

LA DEMOCRACIA AMERICANA

 

Alexis de Tocqueville (1805-1859), realiza en 1831 un viaje de nueve meses a través de Estado Unidos en busca de información sobre las reformas del sistema penitenciario norteamericano. Este viaje inspiró una de las más importantes obras de teoría política y de interpretación histórica de la época contemporánea. "La democracia en América", publicado en 1835. Fueron dos volúmenes, el primer volumen consagró a Tocqueville como el “heredero lógico de Montesquieu”. El segundo, aparecido en 1840, reflexiona acerca de la influencia de la democracia sobre el movimiento intelectual, los sentimientos y las costumbres de los norteamericanos, realizando una caracterización general de la civilización igualitaria. Como precursor de la sociología clásica, realiza en su obra un enfoque analítico y descriptivo de la sociedad estadounidense analizándola de forma sistemática y crítica.

Tocqueville es considerado el heredero lógico de Montesquieu por varios motivos, destacando su enfoque en la importancia de los "poderes intermedios" y la influencia de la democracia en la sociedad y la política. Al igual que Montesquieu, Tocqueville enfatiza la importancia de instituciones y costumbres para moderar el poder del gobierno y evitar la tiranía. Pero Tocqueville no es un observador embobado por el sistema americano. Muestra con claridad las grietas de esa democracia como la elección de funcionarios temporales y la atribución de poderes al Ejecutivo que dañan la independencia del gobierno. Es interesante su observación de que las personalidades sobresalientes en pocas ocasiones son consultadas o llamadas para los asuntos públicos. O del peligro de la conversión de una democracia en tiranía, y dice: “Lo que más me repugna de América no es la amplia libertad de que allí se goza, sino las escasas garantías existentes para defenderse contra la tiranía”.

El riesgo del abuso de poder está siempre presente en cualquier democracia. Por desgracia muchas de sus advertencias afloran en el nuevo presidente americano Donald Trump. Su inicio de presidencia da muestra de una de sus claras prioridades: la de hacerse notar. El espectáculo, desde la casa Blanca, firmando ordenes ejecutivas, como la de subir a diestro y siniestro los aranceles a países sin otro criterio del “porque a mí me da la gana”, es la mayor muestra de abuso y chulería de un presidente norteamericano salido de las urnas. La imposición de aranceles es una estrategia arriesgada, por mucho que diga que es para reflotar las transacciones internacionales o poder compensar el déficit comercial. El hundimiento de las bolsas y la posibilidad de una recesión del país, son ejemplos suficientes de ese riesgo.

Trump es un verdadero agente del caos, cuyo ego le impide tomar conciencia de las consecuencias de sus acciones. Con una Administración americana en parálisis ante el despido de decenas de miles de funcionarios, con la designación de gestores incompetentes que está provocando la fuga de científicos y expertos cualificados, con la caída del dólar y con un país en incertidumbre. Es cierto que Trump ha sido elegido por 77 millones de ciudadanos, pero eso solo demuestra lo atractiva que resulta la demagogia y su populismo, además de la herencia recibida de un Biden que nunca debió ser elegido y de la política de los demócratas.

Han pasado casi dos siglos desde que Alexis Henri Charles de Clérel escribiera “La democracia en América”. ¿Qué diría Tocqueville hoy viendo a un Trump enardecido firmando decenas de órdenes ejecutivas mostrándolas desafiante ante las cámaras? ¿O contemplando cómo impulsó el asalto al Capitolio por no gustarle los resultados electorales y luego indultar a los protagonistas del desmán? Hace unos pocos meses, pensar que Estados Unidos se podría convertir en una dictadura era impensable, pero en solo unos meses hemos comprobado que lo impensable no es imposible. La voluntad de todo tirano es la de hacerse con todo el poder y no rendir cuentas. Por desgracia, todo esto, nos hace recordar a los españoles que tenemos un presidente que está a su altura.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero Agrónomo y Sociólogo)

Publicado 19-04-2025