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"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





domingo, 12 de junio de 2016

El Idioma Español, un bien preferente



Cuando un instituto como el Institut Nova História (INH) ha demostrado que el descubrimiento de América debía ser el Descubrimiento Catalán de América, ya que Cristóbal Colón, catalán de nacimiento, salió de un puerto de Gerona, no de Palos. Que Hernán Cortés era en realidad Ferran Cortés y que Francisco Pizarro era realmente Francesc Pinós De So i Carrós, ya se pone en duda todo lo que se aprendió en la escuela. Si hechos cómo estos desfiguran la realidad histórica de España, aún es más grave el ataque continuado y desgarrador que los gobernantes de esta comunidad catalana hacen del idioma español, un bien preferente de nuestra historia al que intentan eliminar con todos sus medios.
Sin embargo, siempre aparece ese rayo de esperanza cuando ves que otros ensalzan ese patrimonio cultural que es el español. Así, en el foro “Futuro en Español”, celebrado en Santiago de Chile el 25/26 de Mayo, se constató que el español se reconoce cómo la gran lengua de comunicación internacional, a la que ni el tiempo ni la pulsión disgregadora de muchos han marchitado sus grandes credenciales actuales en el mundo entero. Un foro que ha acogido a decenas de ponentes relevantes de todos los rincones del planeta y tratado temas relacionados con la creación de la cultura, innovación y tecnología.
Gracias al rápido crecimiento del número de los que tienen el español como lengua materna y, sobre todo, gracias al crecimiento del número de los que lo adquieren cómo segunda o tercera lengua, el español ahora no solo se hace fuerte dentro del grupo de las cuatro lenguas “mundiales” o “mayores” —junto al chino, hindi e inglés—, sino que también se afirma cómo segunda lengua de comunicación internacional o de intercambio, después del inglés. A muchos efectos, “la otra” lengua internacional de Occidente, con posibilidades reales de alcanzar el rango de segunda lengua franca a lo largo del nuevo siglo. Estas credenciales muestran que el español es una lengua plurinacional y multiétnica que la hace especialmente apta cómo idioma vehicular. Un español con una gran capacidad cómo palanca en el ámbito económico internacional, generando efectos multiplicadores en el flujo financiero y en el comercio.
Estos efectos quedan patentes en un gran proyecto promovido por la Fundación Telefónica, bajo el expresivo título “El valor económico del español”. Un estudio pluridisciplinar y extenso donde se exponen los factores que explican la creciente importancia del español en nuestro tiempo. Algunos de estos factores cómo la globalización económica o el despliegue de la sociedad del conocimiento, son compartidos con otras lenguas de comunicación internacional donde el inglés ocupa lugar preeminente, y cuyo principal soporte es la lengua.
En síntesis, a escala mundial y a un ritmo cada vez más vivo, se están creando nuevas y mayores posibilidades para la movilización de mercancías y recursos reales y financieros, para los desplazamientos de personas, por razón de ocio o de trabajo, y para específicos y culturales de muy variado contenido. Un mundo más plano que necesariamente revaloriza las lenguas de comunicación internacional. El español, entre ellas.
Sin entrar en autocomplacencias, nuestra lengua que compartimos los hispanohablantes tiene ante si grandes oportunidades que no se deben perder. Oportunidades que obligan a tener una política de altura donde el español sea considerado cómo bien preferente, desestimando e incluso prohibiendo todo intento de minusvalorarlo por parte de algunas comunidades con la intencionalidad clara de hacerlo desaparecer. También, y cómo complemento de lo anterior, se necesita su promoción internacional concebida como una promoción de política de Estado donde se articule una estrategia compartida entre España y todos los países cotitulares de esa lengua.
No se puede abandonar la riqueza idiomática que tenemos, donde paradójicamente el peor enemigo de nuestro idioma somos los propios españoles. Se empieza con maquillajes de la historia común española, cómo lo indicado al principio de este artículo, y se va perfilando una estrategia que va entrando de puntillas en nuestro quehacer diario, con prohibiciones, vetos y fobias hacia símbolos y banderas, hacia las costumbres y el idioma español. Historias apócrifas que aturden el sentimiento de lo español dinamitando la cohesión de un país, su identidad, su patriotismo y su historia.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @JapuigJose

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