En 1899, Thorstein Veblen, publicó un
original trabajo que, con el título “The Theory of the Leisure Class”, analiza
crítica y casi satíricamente los mecanismos que llevan a una determinada clase
social a apropiarse del ocio y entregarse al consumo exacerbado, consumo que
cumple una función social y que, a través de la emulación, incentiva el consumo
de las otras clases. Esta obra fue traducida y prologada en 2004 por Carlos
Mellizo con el título de “Teoría de la clase ociosa”.
Para Veblen las sociedades, divididas
irreparablemente en un grupo extenso de clases, tienen una tendencia general al
agrupamiento bipolar: la productiva-técnica y la ociosa. En su repaso histórico
establece que en los orígenes, de la vida social nómada y sedentaria, se
observa una carencia de la emulación pecuniaria. Esta carencia va aumentado a
medida que la sociedad cambia sus condiciones de vida. Pasado el estadio social
salvaje, la actividad de los hombres adquiere
un “carácter de hazaña” y se reemplaza la productividad por el premio, los
botines, el honor y los trofeos.
Con el paso del tiempo la propiedad
reposaba sobre el principio de la guerra y, en consecuencia, se daba una
comparación entre los poseedores y los despojados. En ésta etapa, denominada
por Veblen de “propiedad comunal”, la propiedad cómo institución descansaba en
el grupo. Pero cuando los hombres adquieren la riqueza gana mayor peso, cómo
reconocimiento y estima, la posesión individual. La riqueza confiere honor a
quien la posee.
Se empieza a condenar y a evitar las
apariencias vulgares y las ocupaciones vulgarmente productivas. Aparece un
“consumo conspicuo” donde se necesita ostentar la riqueza, el poder, y donde
los bienes toman la categoría de “bien Veblen”, que los economistas reconocen por
no seguir la clásica ley de la oferta y la demanda pues, al contrario que ésta,
posee una curva de demanda con pendiente positiva, es decir, que al aumentar su
precio también aumenta su cantidad demandada. Esto se debe a que se trata de
bienes de lujo, que al aumentar de precio la gente lo consume más debido a que
ahora es exclusivo, o sea, lo hace prohibitivo a los demás.
Esta necesidad de ostentar bienes es,
para Veblen, uno de los valores más presente y distintivos de la “clase
ociosa”. Los individuos que forman parte de la clase ociosa se interesan por
las cuestiones teóricas, abstractas y establecen ciertos códigos y normas de
modales para adoctrinar a las clases productivas. En este sentido, el ocio para
el autor no significa otra cosa que “pasar el tiempo sin hacer nada productivo”.
Veblen recibió muchas y variadas críticas y, pese a cierta fama en el momento
de su muerte, su trayectoria académica es un ejemplo del “marginado”, del que
disiente del enfoque dominante.
Respecto a Veblen y su libro sobre
"Teoría de la clase ociosa", Galbraith (economista y autor del
“Capitalismo Americano”) le critica que se limitará a
describir cómo los más afortunados despilfarran esos beneficios, que tanto ha
costado acumular, y que se supone que iban destinados a la inversión. Lamenta
que a ningún economista clásico, que fueron quienes mejor interpretaron el
mundo en que vivían (Veblen y Keynes, por ejemplo), no se les ocurriese dar una
solución para reducir la pobreza, algo que consideraban inevitable.
Veblen, demostró ser un rompedor de las
ideas preestablecidas y un crítico a las premisas clásicas y neoclásicas. También
fue un gran conocedor de los motivos humanos que definen mentalidades y
conductas, centrándose en las del consumo y el cambio social. Galbraith tenía
razón al ver a Veblen cómo un magnífico interprete de la sociedad en que vivió.
Aunque su obra se centra en la sociedad
de 1899, muchos de sus análisis y observaciones, teniendo en cuenta y asumiendo
los inevitables transformaciones aparejadas en los siglos XX y los comienzos
del XXI, mantiene una inquietante vigencia. La desgracia es que solo centrara
sus conocimientos a mostrar los desmanes de la riqueza y no a exponer, con su
trazo fino, como erradicar la pobreza.
José Antonio Puig Camps / Dr. Ingeniero y Sociólogo/ AGEA
Blog: josantoniopuig44.blogspot.com.es
Twitter: @JapuigJose
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