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MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





jueves, 31 de octubre de 2019

FRANCO. EL TEMA CATALÁN. LAS ELECCIONES


La semana ha transcurrido con el foco informativo en el Valle de los Caídos, y Franco como  protagonista. A dos semanas escasas de repetir las elecciones generales, resulta surrealista que este tema ocupe el interés informativo. Puro electoralismo dicen unos al haberse anunciado que se efectuaría la exhumación “con discreción”, y el gobierno en funciones la retransmite después con una cobertura informativa propia de un acontecimiento histórico de interés general. Para otros, la mayoría de los “pensantes” –pocos, pero “haberlos haylos”, la gravedad está en la forma que se ha llevado a cabo la exhumación ya que se ha ocasionado un importante daño a nuestro Estado de derecho con la aparente dependencia del TS a los deseos oportunos del Gobierno, con una sentencia que liquida de un plumazo los consolidados derechos en materia de libertad religiosa, de inviolabilidad de lugares de culto, profanación de sepultura en lugar sagrado, y determinación del lugar de inhumación, al margen de la voluntad unánime de los familiares.
Pero, el presidente del Gobierno en funciones, dado que a lo largo de su “mandato” no ha hecho nada de nada que lo haga sobresalir ante la opinión publicada, no quiere cerrar el filón político de la exhumación de Franco y está planeando una remodelación del Valle de los Caídos. El proyecto no está aún definido del todo, pero cuenta ya con varias ideas encima de la mesa. Una de ellas, concretamente, incluye la revisión de la concesión de la Basílica a los monjes benedictinos, llegando a plantear la desacralización del Valle. No se trata del único cambio que pretende hacer el presidente en funciones en el Valle de los Caídos, también prepara una segunda parte: el traslado de los restos de Primo de Rivera. El problema es que éste sí murió en la Guerra Civil, cuestión que legalmente le habilita para permanecer en el Valle tal y como fue concebido este lugar. Una obsesión cumplida por el Sr Sánchez. Obcecación por sacar los huesos de un difunto 44 años después de su inhumación que ha mostrado un rancio anticlericalismo y la manía –sembrada por su antecesor Zapatero- con resucitar el conflicto de “las dos Españas”, cuestión que ha centralizado las declaraciones de los portavoces del Gobierno y del propio Sánchez sobre esta polémica.
Por otra parte, los meses están transcurriendo con el llamado “tema catalán”. Una situación que está favoreciendo la “balcanización” o “desmembración” de Europa –tal y como nos indica Marlene Wind en su libro “La tribalización de Europa”. En este libro se presentan tres males que aquejan a Europa según la autora: El mal del Brexit. El mal de la tribalización de Cataluña del proceso separatista. Y los regímenes liberales del este de Europa. Un Continente que en unos años será el que menos potencia demográfica tenga en el mundo y, como consecuencia de ello, cualquier acción de disgregación y ruptura repercutirá en su poder y en su supervivencia. Un “tema catalán” que, con la sentencia del “procés”, está radicalizándose sin que nadie ponga fin a tanto desmán. Si los CDR han cerrado carreteras, aeropuertos, estaciones, etc., ahora se suman el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) que convoca una huelga indefinida en las universidades públicas catalanas en contra de la sentencia del “procés”. Unos estudiantes que cierran las universidades e impiden que muchos compañeros suyos y profesores puedan tener la libertad de recibir y dar clases. Un derecho de estudiar que los anarquistas “estudiantes” dicen que se ha perdido. La pasividad de los gobiernos central y catalán ante tanta tropelía es una clara indicación de que ambos están comprometidos con ese proceso separatista. Unos por tener las manos atadas por aquellos que gracias a sus votos pueden seguir gobernando. Otros porque ven que si paran les espera la cárcel.
Finalmente, entre la exhumación de Franco y el “tema catalán”, los españoles se ven volcados a unas nuevas elecciones –las cuartas en cuatro años. Unas elecciones que la maquinaria de propaganda socialista funciona a pleno rendimiento. Por un lado, se han encargado de potenciar la presencia de VOX –muro que se interpone entre Casado y su posible victoria- que jamás habría despegado si no hubieran existido la moción de censura y la connivencia de Sánchez con Podemos y los independentistas. Se suele asociar el crecimiento vertiginoso de Vox al 1 de octubre catalán, pero su explosión demoscópica coincide cronológicamente con el llamado “pacto de Pedralbes” de Sánchez y Torra. Hasta entonces, ninguna encuesta los había situado por encima del 2% de intención de voto. Por otro,  el CIS cuyo presidente, José Félix Tezanos, ha aplicado el principio de unanimidad de Goebbels –“llegar a convencer a mucha gente de que piensa como todo el mundo, creando una falsa impresión de unanimidad”- para fabricar la idea de que la victoria de Pedro Sánchez el 10-N será tan aplastante que no hay posibilidad alguna de alternativa. Franco, el Tema Catalán y las Elecciones, una combinación de manipulación y falsedad que revela hasta qué punto las instituciones del Estado han entrado en una fase de perversión democrática.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 31-10-2019

domingo, 15 de septiembre de 2019

LAS SEMILLAS DEL MAÑANA


Has buscado la mejor localización, has preparado el terreno y los bancales mientras haces los semilleros, cuidas las plántulas, las trasplantas cuidadosamente, haces un seguimiento para que no sean atacadas por plagas y no sucumban a enfermedades, vigilas los riegos, que tengan la suficiente materia orgánica, y finalmente aparecen flores pero… no dan fruto. ¿Por qué no dan fruto los cultivos? Los buenos agricultores saben muy bien porqué sus cultivos no responden a esos cuidados que con ellos se les ha tenido. Saben que existen una serie de factores que actuaran positiva o negativamente en el fruto de esa semilla: el clima (heladas inesperadas, exceso de temperatura…), los nutrientes (materia orgánica adecuada para cada etapa de la planta o árbol), el agua, la falta de luz o la falta de polinizadores adecuados a cada árbol o planta, etc. Una serie de condicionantes cuya su falta o exceso contaminaran el fruto de esas semillas.
Estamos viviendo desde hace años una serie de acontecimientos que nos llenan de perplejidad y miedo. Unos los llaman sucesos incomprensibles y otros, como la terapeuta ocupacional Victoria Prooday o el psiquiatra Rojas-Marcos, tragedia silenciosa. Vivimos una tragedia silenciosa que se está desarrollando hoy por hoy en nuestros hogares, y concierne a nuestras más preciosas joyas: nuestros hijos. Unos hijos que, como las semillas, no dan el fruto esperado. La Naturaleza que es muy sabia, pues el hombre no ha intervenido en su creación, nos está marcando, al igual que veíamos al inicio con las semillas, que los excesos al igual que las carencias en la educación y atención a nuestros hijos van a perjudicar su personalidad y afectaran a su futuro. Unos hijos sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales, pero privados de los fundamentos de una infancia sana con padres emocionalmente disponibles, responsables, capaces de establecer límites claramente definidos y saber decir “no” cuando se es necesario. Unos padres que confunden el amor con la sobreprotección. Estos hijos están representando las semillas del mañana, la causa u origen de lo que el mundo actual está mostrándonos y que tiene, en las actuales circunstancias, difícil solución.
En los últimos 15 años, los investigadores nos han mostrado estadísticas, cada vez más alarmantes, sobre el aumento agudo y constante de enfermedad mental infantil que ahora está alcanzando proporciones epidémicas. Esas investigaciones indican, entre otras cuestiones muy preocupantes, que uno de cada cinco niños tiene problemas de salud mental, encontrándose un aumento del 200% en la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años. Niños con padres distraídos digitalmente, indulgentes y permisivos que dejan que los niños “gobiernen el mundo” y sean quienes ponen las reglas. Niños con un sentido del derecho, de merecerlo todo sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo. El exceso de atención y protección al hijo puede convertirse en un factor negativo para el desarrollo de su personalidad, al igual que los excesos de nutrientes, de luz o de agua hacen que las semillas no den el fruto esperado.
Son muchos los padres que convierten a sus hijos en proyectos personales perfectamente planificados, limitándoles así su autonomía e independencia y creando personas sobreprotegidas. Personas incapaces de crear en su entorno las condiciones adecuadas para que la sociedad en su conjunto funcione convenientemente. Unos padres que, como aquellas personas que ocupan puestos y lugares de responsabilidad económica, social o religiosa, son ejemplos infames para el desarrollo de los hijos y los jóvenes. Unos hijos, unas semillas del mañana, que irán marcando el rumbo desgraciado de una sociedad plena de corrupciones, plagios, injusticias, desordenes sin castigo, crímenes sin juicio. Una sociedad que enseña que lo políticamente correcto no tiene por qué coincidir con lo sustantivo, con lo esencial.
No debemos entender con esto que la culpa es de los hijos, ni que la culpa es totalmente de los padres. La culpa es de todos nosotros ciegos de avaricia y de vanidad, faltos de responsabilidad y de respeto, informadores de falsas noticias o abusadores del cargo que ocupan. Cada cual mira los acontecimientos desde la esquina, con el rostro vuelto hacia la pared para no ver lo que no quiere. Todo se muda, se reescribe y se transforma según las conveniencias. Somos objetos vacíos en una sociedad que solo confía en sí misma, que acepta reglas pero no preceptos, procedimientos pero no convicciones. Una sociedad sin nombre que, como la “actualidad innombrable” de Roberto Calasso, ha alcanzado la etapa definitiva de la sociedad secular, el hábitat del homo saecularis –último eslabón en la evolución del homo sapiens- que se siente humanista y practica una religión sin divinidad, basada en el altruismo, sin relación con lo invisible. Un mundo sin luz y esperanza que ha perdido la idea de lo religioso y del sacrificio. Una filosofía nihilista que renuncia a todo y que está convirtiendo a esos niños, en semillas incapaces de dar fruto.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 15-09-2019

jueves, 11 de julio de 2019

DEFENSAS DE LA VIDA


Vivimos en una época en la que hablar de principios y valores parece no estar bien visto, que está pasado de moda y que sea algo atado al conservacionismo. Si el mundo está como está es precisamente porque hemos dejado de lado algo tan relevante como los valores humanos. La solución de muchos de los conflictos que afligen la sociedad en nuestros días pasa porque cada uno de nosotros tome conciencia de lo importante que son esos valores, que muchos creen conocer lo que significan pero, si lo preguntas, muchos no sabrán que responderte, otros pensaran que eso es cosa de la iglesia y de los curas y pocos te citaran algunos. Los valores humanos son el conjunto de ideas que tienen la mayor parte de las culturas existentes sobre lo que se considera correcto. Suponen la colocación de la especie humana en una posición de superioridad gracias a los valores éticos y morales. Honestidad, sensibilidad, gratitud, humildad, prudencia, respeto o responsabilidad, son valores humanos que por desgracia son considerados como conceptos abstractos o manifestaciones difíciles de entender por la inmensa mayoría de la sociedad, y así nos va.
Estas manifestaciones, innatas en el ser humano, estos valores universales se complementan con otros valores subjetivos que tienen que ver con la personalidad que distingue a una persona de otra. No todos estamos dotados del mismo carisma, porque no todos hemos tenido la adecuada defensa que la vida nos ha ido proporcionando. Nuestras vidas han sido un regalo que Dios nos ha dado, pero también nos ha permitido que ese regalo haya tenido instrucciones para manejarlo. Unas instrucciones, que yo las llamo defensas de la vida. Son nuestras fortificaciones que nos permiten afrontar los retos que a lo largo de la vida se nos presentan: la familia, la escuela, la religión, el trabajo o el ocio y los amigos.
La familia nos permite adquirir las primeras capacidades intelectuales y sociales, jugando el papel más crucial en la constitución de nuestra identidad. La familia nos demostrará que sin amor nada tiene sentido. La escuela será donde se irá desarrollando la confianza capaz de aportar un clima de colaboración, participación y motivación a la sociedad. Nos prepara para ser ciudadanos.  La religión, que nos hace sentir como parte integral del universo y que permitirá medir el comportamiento espiritual de cada individuo. Una manifestación de nuestro Ser Esencial capaz de vibrar en la tesitura del amor, la sabiduría y la belleza divina. Los amigos o grupo de pares que comparten un estatus igual o similar, que tienden a circular e interactuar con el mismo conjunto social, con pautas de conducta basadas en objetivos, creencias o valores. El trabajo o el ocio, siendo precisamente la actitud del ocio la que le da un sentido al trabajo.
Esas defensas nos permitirán, si somos capaces de equilibrarlas, una travesía vital, alegre y optimista. El equilibrio será fundamental para que nuestra vida no se nos escape inútilmente de las manos. Aquel que le dedique más tiempo del necesario a cualquiera de ellas estará malgastándolo y, lo que es peor, perderá las oportunidades que las otras defensas pueden proporcionarte. Quien, a lo largo de su vida, no ha echado de menos haberle dedicado más tiempo a la familia que al trabajo. O quien, no ha perdido la ocasión de formarse debidamente por la ansiedad de ganar dinero antes de tiempo. O, un gran etc., que a lo largo de la vida se nos ha planteado por no haberle dedicado más tiempo a esas defensas de la vida que nos hubieran hecho más felices a nosotros y a nuestros seres queridos.
Son precisamente los frutos de esas defensas los que enriquecen al ser humano con los valores éticos y morales. Unos valores muy alejados de la abstracción por mucho que se empecine la sociedad a tomarlos como tales. Podrás ignorarlos pero ellos seguirán existiendo para colocar a la especie humana en una posición de superioridad gracias a sus frutos o carismas, que nos alejaran de ser simples animales con deseos impropios de nuestra condición humana. Hace poco hemos presenciado escenas incalificables de algunas personas que querían manifestar su orgullo de gay o lesbianas, y lo único que han hecho ha sido degradar el significado de “diferente” que tanto han querido defender. Cuando se carece de las defensas de la vida, se pierden los valores y el único orgullo que queda es pasar del armario al contenedor de basura.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 11-07-2019