Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





domingo, 29 de abril de 2018

LA ACCION COLECTIVA


Se considera acción colectiva toda acción conjunta que persigue unos intereses comunes y que para conseguirlos desarrolla unas prácticas de movilización concretas. Si nos centramos en la acción colectiva política, debemos matizar que esa acción conjunta defenderá unos intereses comunes, con la pretensión de perjudicar la distribución del poder imperante o influir en la toma de decisiones públicas. Evidentemente toda acción colectiva debe motivar a los sujetos para que estos acepten la movilización y sus consecuencias o frutos. Charles Tilly, sociólogo y politólogo de la Universidad de Harvard y Oxford, estableció los elementos que componen una acción colectiva política: intereses, organización, movilización y oportunidad política. Es decir, se trata de acciones realizadas por un conjunto de sujetos motivados por unos intereses comunes, que adoptan una forma de organización más o menos estructurada, y diseñan unas prácticas de movilización concretas, actuando en una estructura de oportunidad política que facilitará o dificultará la acción y condicionará sus posibilidades de influir en la articulación del poder.
En relación con el primer elemento, los intereses, se estima que deben existir unos objetivos definidos, desechándose aquellos otros fenómenos de comportamiento colectivo como las reacciones de pánico o coyunturales, que no generan pautas de continuidad. La persistencia de la acción en el tiempo es requisito imprescindible para que exista el segundo elemento básico: la organización. Por lo tanto, quedarían al margen los brotes espontáneos de protesta, a no ser que sean el desencadenante de acciones posteriores. La movilización puede ser de tipo social, llamada modelo base, o grupos de interés y partidos políticos. Las de tipo social sus prácticas se centran en la protesta, pretenden influir en la vida política a través de la movilización. Un movimiento social puede acabar convirtiéndose en partido político, un partido político puede poseer características prototípicas de un movimiento social, y un movimiento social puede derivar en grupo de interés. En España un ejemplo claro de movimiento convertido en partido político lo tenemos con Podemos. Una formación política, fruto del espíritu de los “indignados” y del 15-M, articulada en torno a miembros de Izquierda Anticapitalista en Madrid.
Tan sólo en épocas relativamente recientes el aspecto cultural ha recibido una atención importante en el estudio de los movimientos sociales. Un estudio que siempre ha puesto sobre el tapete la posición del sujeto como elemento clave de estos movimientos. Los modelos teóricos actuales para interpretar sus acciones colectivas están en la racionalidad de sus respuestas, en el sentido más amplio del término, que no excluye lo afectivo emocional, a determinadas tensiones, conflictos o problemas individuales o colectivos. La aparición racional se remonta al contexto político y cultural de los años sesenta del cual emergen. Por lo tanto, los teóricos anteriores que otorgan un carácter básicamente irracional a las acciones colectivas están superados o integrados en enfoques posteriores. Unos enfoques que van dejando poco margen a la racionalidad teórica, puesto que los fenómenos de explosión irracional o desviación social que en estos momentos sacuden algunas manifestaciones nacionalistas así lo demuestran.
La crisis institucional (político-económico-social), está configurando entre los principales partidos una nueva clase política disfuncional, una clase extractiva que captura voluntades o votos de la mayoría de la población, no para crear beneficios colectivos sino para asentar su institución en el colectivo más beneficiado. Partidos de masas dirigidos en la práctica por pequeñas oligarquías, con un poder desmesurado que cristaliza en unas redes clientelares, que miran sobre todo por lo suyo y no por los intereses generales. Esas redes, para no perder sus privilegios, van construyendo aquellos elementos claves para la acción colectiva de intereses, organización, movilización y oportunidad política, que les permitirá cambiar gobiernos, institucionalizar modas, esclavizar voluntades y hacer atractivo lo inmoral y maléfico. Todo un magisterio de ocultación de la verdad será el imperio de estas nuevas clases políticas.
La teoría de oportunidad política asegura que las acciones de los activistas dependen de la existencia – o carencia – de una oportunidad política específica. La oportunidad política se refiere a la receptividad o fragilidad de los sistemas políticos existentes. Esta vulnerabilidad puede ser el resultado del crecimiento del pluralismo político, un declive de la eficacia de la represión, la desunión de las élites o el apoyo a la oposición organizada por parte de las élites. Esto último fue el origen del crecimiento nacionalista alemán que le dio el poder democrático a Hitler. Pero debemos ser conscientes de que el problema no es el modelo democrático. No hay mejor régimen que el asentado en la soberanía popular y en una acción política y social moralizantes basadas en el Estado de Derecho. Pero ese modelo exige una gestión ejemplar que limpie de una vez la actual atmósfera de inmoralidad pública y privada que nos asfixia.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 29-04-2018

miércoles, 11 de abril de 2018

LA PREEMINENCIA DEL AMOR


¿Por qué se enamoran las personas? La respuesta parece obvia pero desde luego no lo es. Podremos decir que el amor expresa una atracción física y personal que dos personas sienten el uno por el otro. También que el enamoramiento es consecuencia de aquellas personas con quienes son parecidos a ellos, desde edades parecidas, valores compartidos e incluso la autopercepción de la belleza. Más veces de las que nos gustaría admitir, nos enamoramos de alguien que se parece a alguno de nuestros padres. Desde luego hay muchas cosas que no entendemos sobre el amor y hay mucho que es peculiar a las personas individuales y a cada pareja. Desde normas culturales hasta cuestiones históricas, la investigación científica sobre el amor no es sencilla. Sin embargo, resulta que hay una gran cantidad de ciencia acerca de por qué la gente se enamora que es a la vez extraña y bastante increíble.
Sí, he dicho bien, ciencia, y sino que se lo pregunten a Hannah Fry que se doctoró en mecánica de fluidos y más tarde se puso a investigar patrones de comportamiento humanos en la University College London. Lo que nos puede parecer campos muy alejados, tienen algo en común: las matemáticas. En su opinión, las matemáticas están presentes en todas las facetas de nuestra vida y ha escrito un libro para demostrarlo: The Mathematics of Love. En el indica que las matemáticas son, en última instancia, el estudio de los patrones. Y el amor –como casi todo lo que pasa en la vida– está lleno de patrones: desde el número de amantes que tenemos hasta cómo elegimos a quién escribir en un sitio de citas de Internet. En 2010 el matemático Peter Backus trató de averiguar cuántas mujeres podrían tener una cita con él. Para ello estableció una serie de patrones de selección: edad, estado civil, características físicas, estado civil, etc., que le llevaron a descubrir  que había 26 mujeres en el mundo con las que podría tener una cita. Evidentemente si no hubiera sido tan exigente podría elegir a muchas más mujeres.
Calcular el número de posibles parejas que cada persona puede encontrar, matemáticamente hablando, es un juego que sirve para poco y depende por completo de las chorradas que quieras poner como criba de selección. La mayoría pensamos que la mejor manera de enamorarse de alguien es llegar a conocerlo. Un investigador mostró esto haciendo que pares de extraños preguntan unos a otros sólo 36 preguntas en 45 minutos. Los resultados demostraron exactamente cómo la gente puede construir intimidad con casi todo el mundo en tanto y en cuanto lo intenten. La forma de conocer a alguien ha ido evolucionando en los últimos años. Ahora ya no se trata de acudir a un guateque, a la discoteca, al pub de turno o a las fiestas de facultad, para encontrar pareja, sino tener disposición para ello. Desde luego, internet ha facilitado mucho las cosas a través de plataformas de citas rápidas o speed dating, de redes sociales... Los métodos para conocer a nuestra media naranja han evolucionado en los últimos tiempos a velocidad de vértigo, hasta el punto de lograr formas muy creativas. Sin embargo, no todos están predispuestos a enamorarse, más bien tienen verdadero pavor a hacerlo. Esto se conoce como la filofobia, una alteración del estado de ánimo que dificulta que una persona se enamore o se comprometa emocionalmente con otra.
Desear y amar a alguien no es la misma cosa. Aunque cuando amamos a alguien, sobre todo en los primeros años, también le deseamos, desear a alguien no implica amarle. Yo puedo desear o querer el móvil de mayor tecnología, y cuando aparezca otro de mejores características, desecharlo. Pero no puedo pretender lo mismo con la persona que amo, porque si mi corazón siente amor incondicional por alguien, no puedo pretender dejarlo por alguien más joven, de mejor estado físico o que se exprese mejor. Por el contrario, busco siempre la oportunidad para que esa persona pueda progresar, y si tiene mal estado físico pueda mejorarlo; si se ha ido envejeciendo, me alegro, porque lo ha hecho a mi lado. Y si no se expresa bien, le enseño, nunca lo critico, porque yo lo único que deseo es que sea feliz y, lo que es peor, deseo que su felicidad sea conmigo o sin mí. Es la preeminencia del amor que el apóstol San Pablo nos enseña en su primera carta a los Corintios (1 Co 13): El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá, pero el amor perdurará. 

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 11-04-2018

jueves, 29 de marzo de 2018

LA TRAICIÓN


En estas fechas, la pasión de Jesús, uno siempre tiene presente al traidor Judas Iscariote. Este miembro de los Doce Apóstoles traicionó a su amigo por unas tristes 30 piezas de plata. Con su beso, Judas, llevó a la crucifixión al Hijo de Dios. En la historia de la humanidad se cuentan hazañas de gran valentía donde los hombres luchan y mueren por defender su pueblo, sus familias y sus ideas. Pero como hay actos loables también los hay detestables. La confianza es algo que el ser humano valora mucho y solo hay un acto que es capaz de destruir por completo esto: la traición. Traicionar es defraudar, es una violación de la fidelidad u honestidad que se debe. Dante Alighieri ubica a los traidores en el último círculo (el noveno) del infierno ya que considera a la traición como el peor pecado de todos. La razón es que, a diferencia de otro tipo de crímenes, para traicionar primero hay que ganarse la confianza y el afecto de la víctima.
Dante, en contraste con la imagen popular del Infierno como ardiente, sitúa a los traidores congelados en un lago de hielo conocido como Cocito, en donde cada grupo está encajado a profundidades cada vez mayores. Estos grupos son cuatro zonas o “rondas” concéntricas de traidores que corresponden, en orden de seriedad de su traición. La primera, son los traidores de sus propios familiares (ronda “Caina”). La segunda se llama “Antenora”, contiene a los traidores a las entidades políticas (partido, ciudad, o país). La tercera la llama “Ptolomea”, en honor a Ptolomeo, hijo de Abobi, quien invitó a Simón Macabeo y a su hijo a un banquete y después los mató, aquí los traidores están castigados más severamente ya que la traición es por pura voluntad. La última ronda se llama “Judeca”, en honor a Judas Iscariote, el traidor de Cristo, aquí están los traidores a sus benefactores. En el centro del Infierno, condenado por cometer el último pecado (la traición hacia Dios), está Satanás.
La traición está íntimamente ligada al engaño y el engaño tiene su raíz en la mentira. Mentir es afirmar algo que es falso, aun cuando no sepamos que no es cierto. Algo distinto es engañar, en este acto existe una voluntad, una premeditación, la búsqueda de un beneficio y, por qué no, hasta el perjuicio de otra persona. Desde el Antiguo Testamento la traición es definida, relatada, y atribuida siempre al cobarde y al tramposo. Caín fue castigado, no por la acción de matar, como en verdad lo hizo, sino por traicionar al Creador. Y ya con el beso de Judas, la traición comienza su nueva era aliada al poder, ya fuera eclesiástico o seglar, pasando a ser su verdadera potencia de destrucción; dura, cortante y artera. Y hasta nuestros días, pero especialmente hoy, el poder político nace y vive atado a ella; y la traición le confiere al poderoso el estigma de haber siempre jugado, a través de ella, el más indigno papel de toda la existencia.
La mayor muestra de traición en nuestro país la están mostrando los independentistas catalanes, que utilizan la traición con impecable maestría, de tal manera que su alevosía y maldad desde el pueblo llano son  imperceptibles. Un pueblo que, en su ignorancia, se transforma en instrumento ciego de su propia destrucción, incapaces de ver la ambición, la intriga y la traición de aquellos que los someten; un pueblo que adopta como realidades las que son puras ilusiones, manteniéndose ajenos de todo conocimiento político, económico o civil y capaces de tomar la traición por patriotismo y la venganza por la justicia. Es la traición de unos utilizada para dominar a unos seres sobre otros. Es la deslealtad de una persona al querer voluntariamente herir a otra, hacer daño aun sabiendo que es difícil conseguir su deseo. El rey, así lo definió en su mensaje de octubre pasado, ante la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada –ilegalmente- la independencia de Cataluña: “Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña”.
Una deslealtad o traición que exige voluntad para llevarla a cabo. Una premeditación y la búsqueda de un beneficio hasta el perjuicio de otra persona. Esto es lo que han hecho los independistas catalanes con cálculo, intencionalidad y deliberación. Es así al realizar su Libro Blanco de la Transición Nacional de Cataluña, un informe completo en el que se analizaban distintos aspectos a tener en cuenta para el proceso de transición de Cataluña hacia un país independiente y que las fuerzas políticas soberanistas han impulsado desde entonces. Este libro fue el fruto de los 18 informes que, el “Consejo Asesor de Transición Nacional” entre julio de 2013 y julio de 2014, entregó a la Generalidad de Cataluña. Una hoja de ruta que les ha ido llevando día a día a la traición sin límites, a un bucle maléfico que ha mostrado su voluntad pérfida de traición hasta en sus propios adeptos. Pensemos en aquel Junqueras que, en una entrevista desde la cárcel de Estremera en febrero pasado, apuntó a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, como posible candidata: “Es un gigante, una persona en la que todos confiamos”. Hoy esa gigante “en la que todos confiamos” ha utilizado la deserción yéndose a Suiza para huir de la Justicia sin importarle haber dejado tirados a sus compañeros en la carrera hacia un independentismo imposible. Una Rovira que ha desertado, que ha abandonado ese soporte que los suyos le habían dado, un soporte reconocido por ella con lágrimas de plañidera en su frase, tantas veces publicada: “Moltes gràcies pel vostre suport. No defallirem”. Pero como decíamos anteriormente, la traición confiere al poderoso el estigma de haber siempre jugado, a través de ella, el más indigno papel de toda la existencia.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 29-03-2018