Buceando
en ciertas noticias que marcan la vida de nuestras sociedades he encontrado
tres situaciones que ponen en tela de juicio lo que como verdad se nos ha
vendido. No pretendo desacreditar a nadie sino poner negro sobre blanco otras
posturas que encienden en nuestras mentes el posible engaño de la verdad
contada, o de la mentira encubierta. Verdades o mentiras que están o han condicionado
la vida de las personas. Empezaremos con la última caída bursátil de hace unos
días, seguiremos con el calentamiento global y finalizaré con el desafío
catalán. Muchos de ustedes podrán reflexionar y decir que hay muchos más –y es
cierto- pero el espacio que requiere un artículo como este impide ser más
prolijo. En definitiva somos como las hojas movidas por el viento de los
intereses, que agita la brisa al árbol de la existencia.
A
los neoliberales les encanta referirse a eso que llaman "capitalismo
popular" la idea de que la gente corriente puede invertir en bolsa, tener
valores, ser propietaria, accionista, beneficiarse del capitalismo, en
definitiva...La realidad es que "capitalismo" y "popular"
son términos antitéticos por más que muy a menudo se pretenda que vayan juntos.
Al fin y al cabo todo esto trata de que el capitalismo, un sistema que está
diseñado para que unos pocos se hagan ricos a costa de la mayoría, no sea
contestado y, por el contrario, sea refrendado cada vez que pasamos por las
urnas. La caída de las bolsas, de hace unos días, es un ejemplo de ello. Wall
Street cerró un lunes negro, como no se recordaba desde los peores momentos de
la crisis financiera. El índice Dow Jones cerró dejándose un 4,6%, el Nasdaq
perdió los 7.000 puntos, el S&P 500 se dejó más de un 4%, y el Ibex 35 ha perdido un 2,53% quedando en
9.810 enteros, su nivel más bajo desde marzo. En un día se esfumaron todas las
ganancias del año. Pero no fue el “capitalismo popular” quién provocó esas
caídas, sino el capitalismo monopolistas que con sus gurús bursátiles manejan
sus “stop loss” (aletas de ventas masivas ante ciertas situaciones que ellos
conocen) y en cuestión de horas vacían los ahorros de millones de pequeños
accionistas. Gurús como George Soros que en 1992 logró doblegar al Banco de
Inglaterra, tumbar la libra esterlina y embolsarse cerca de mil millones de
dólares directamente en su bolsillo y todo en tan sólo 24 horas.
Otro
acontecimiento que ha desconcertado a la población mundial ha sido la
especulación constante sobre el calentamiento global. Cuando uno ve el documental
“La gran estafa del calentamiento global”, producido y emitido por el Canal 4
en Gran Bretaña en 2007 y apoyado por decenas de científicos, economistas,
políticos e incluso por el cofundador de Greenpeace Patrick Moore, se queda con
cara de idiota ¿Por qué una mentira repetida se ha transformado en verdad
irrefutable? ¿Cuál es la realidad de este acontecimiento? Remontémonos a la Europa de finales de los 80, con la
caída del Muro de Berlín y la época de Margaret Thatcher. La “dama de hierro”
estaba muy preocupada por la energía, en plena crisis del petróleo y del
carbón, y quiso buscar otra alternativa y la encontró en la energía nuclear.
Para justificarla, Thatcher explicó al mundo que no debía producirse CO2, y el
descubrimiento del agujero de la capa de ozono hizo el resto. Posteriormente,
la oleada de anticapitalistas llevó, según explica el cofundador de Greenpeace,
a la organización a pronunciar mensajes cada vez más radicales, para mantenerse
siempre como una ONG antisistema y seguir beneficiándose de la situación.
Si
seguimos rebuscando en el acontecer de cada día, tenemos ante nuestros ojos
otro suceso cuya realidad está muy alejada de la verdad. Me refiero al llamado “desafío
catalán”. El desafío catalán ha puesto en evidencia el profundo retraso que
tiene España en medios dedicados a comprobar las verdades, medias verdades y
falsedades de los políticos. Según el registro de Duke Reporters Lab, a
mediados de junio había en el mundo 114 organizaciones dedicadas a la
nobilísima tarea de comprobar la verdad y denunciar la mentira en 47 países.
Pocas, pero -gracias a Trump y al Brexit- un 159% más que hace tres años. La
pionera Politifact, una de las principales de EEUU, comprobó 313 declaraciones
de Trump en la campaña de 2016 y demostró que mintió en más de la mitad. Los
independentistas catalanes desinforman, mienten y retuercen la realidad tanto o
más que Trump y los abanderados del Brexit (otra gran estafa), pero ¿qué medio
español hace un seguimiento riguroso cada día para denunciarlo y rebatirlo? ¿A
qué esperan para organizar en cada redacción las personas o equipos necesarios
para hacerlo? En vez de poner en evidencia las mentiras, casi todos los medios,
incluida RTVE, siguen abriendo sus micrófonos y páginas a los independentistas
para que pregonen su evangelio. Este vacío de buscar la realidad de los
acontecimientos se está paliando con el trabajo de algunos buenos redactores y
el esfuerzo de algunos partidos como el Popular (PP) y Ciudadanos (Cs). María
Peral en El Español y otros en el resto de la prensa denunciaron cómo el ex
vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, acababa de inventarse que el
Tribunal Supremo hubiese suspendido la decisión del Consejo de Ministros de
controlar los pagos del Gobierno catalán. Una mentira más de las muchas que el
independentismo sigue machacando a la sociedad sin tener el contrapeso de los
medios en comprobar la verdad, en conocer la realidad de los acontecimientos.
José
Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog:
http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter:
@japuigcamps
Publicado
10-02-2018
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