Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





sábado, 7 de junio de 2014

EL DRAMA DE LA POBREZA



La preocupación por la pobreza, tan extendida a lo largo de la historia, no ha tenido una correspondencia real en  la agenda de la acción política, ni tan siquiera en la sociedad. Los estudios sobre la pobreza generalmente describen las características y patrones de este fenómeno, pero no se preocupan por explicar sus causas.
Encontrar un conjunto de características que causan y expliquen el fenómeno de la pobreza son solo técnicas econométricas que, aun siendo importantes, tan solo muestran un lado del fenómeno: sus causas, pero no el origen de esas causas. Presentan un dato cuantitativo del problemas pero no un diagnostico.
Mediante el diagnóstico se estarán definiendo determinados acontecimientos económicos, políticos, éticos y sociales, que son problemáticos y susceptibles de cambio, como la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera. Pero también será necesario establecer el pronóstico, es decir, las propuestas para corregir esa situación problemática, especificándose que debería hacerse y quién tendría que hacerlo. Incluyendo, por tanto, objetivos específicos, tácticas y estrategias a seguir.
La política o la economía han mostrado su fracaso absoluto en corregir los problemas de la pobreza elevándolo a drama. Las diferencias sociales son cada vez mayores, la brecha entre ricos y pobres se está haciendo cada vez mas difícil de estrechar. La economía del desarrollo más pro-occidental, que consideraba que los países capitalistas eran la solución para que el desarrollo mundial avanzase ha fracasado, como también lo han hecho los teóricos más antioccidentales o anticapitalistas.
El nuevo orden económico internacional surgido tras la crisis de los años setenta, a pesar del extraordinario crecimiento mundial de la economía en las últimas décadas, ha dado su veredicto: casi 2000 millones de personas viven actualmente en la pobreza mas absoluta, la desigualdad sigue creciendo entre países y también dentro de cada nación, y el hambre es una lacra sin erradicar, que afecta a casi 1000 millones de personas.
Propongo una resolución radical de la pobreza atacando sus causas estructurales a través de un diagnóstico y un pronóstico que consiga la formación y movilización del consenso, es decir, la convergencia de significados en las redes sociales y subculturas y el intento deliberado de sacar a la luz el drama de la pobreza, así como una mejor actuación sobre ella. No podemos ni debemos aceptar la injusticia, la perversidad y la inmoralidad de la pobreza, que son la raíz de todos los males, si queremos resolver una parte importante de los problemas que azotan al mundo.

José Antonio Puig Camps, doctor ingeniero y sociólogo (vicepresidente de AGEA-Valencia)