Los partidos políticos son instituciones indispensables para
el funcionamiento de las democracias contemporáneas. Pero los partidos también
existen en los regímenes no democráticos. La Alemania de Hitler, la Unión
Soviética, la China comunista, Cuba, Corea del Norte y muchos otros países han
estado gobernados por partidos únicos que monopolizaban el poder del Estado.
Sin embargo, los partidos políticos, situados entre la
sociedad y el Estado, pueden ser de distintos tipos: desde los que predominan
en las democracias hasta los que imperan en las dictaduras, pasando por los que
no buscan consolidar el sistema político dentro del cual operan, sino
subvertirlo.
Los partidos competitivos aceptan los principios
democráticos y compiten, a través del proceso electoral, por los puestos desde
los que se ejerce el poder político. Los partidos anti-régimen no aceptan las
reglas del sistema existente de gobierno, aspirando a revocarlas. En algunas
ocasiones, estos partidos compiten en elecciones democráticas, pero no con el
objetivo de consolidar la democracia, sino más bien para hacerla fracasar.
Por otro lado los partidos presentan tipologías diferentes,
una de ellas es la de los partidos “atrapalotodo” (catch-all). Estos partidos
son interclasistas y buscan ampliar el máximo posible su base de apoyo popular,
estos partidos para alcanzar el poder intentan captar votos procedentes de
diversas clases sociales, religiosas, grupos étnicos y otros segmentos de la
población.
Después de la visita del Papa Francisco a la Eurocamara
donde advirtió a los políticos y a sus partidos políticos de las consecuencias
de la crisis para la dignidad humana (discurso que aconsejo su lectura), vimos
un Pablo M. Iglesias, secretario general de “Podemos”, alabando su intervención
y pidiendo que sería un orgullo para él poder hablar con Jorge Bergoglio, cómo
el le llama. Esto me recordó a esos partidos “atrapalotodo” que, ante cualquier
circunstancia, no quieren perder renta electoral. ¡Vaya cara!
Los aplausos de Pablo Iglesias (mientras los representantes
de Izquierda Plural abandonaban el hemiciclo) al discurso del Papa Francisco en
el Parlamento Europeo el pasado 25 de noviembre han provocado muchos
comentarios de la izquierda y de la derecha política. Este eurodiputado ha celebrado
efusivamente el discurso del Papa Francisco a través de su cuenta Twitter:
"¡Bien Bergoglio!".
El siempre bien acogido en algunas tertulias de televisiones
a nivel nacional, Sr. Iglesias, esta hecho un lio ahora que empieza a tocar el
poder con sus dedos, largos de codicia y de resentimiento, al pasar de un
discurso radical a un programa económico, por otra parte irrealizable, lleno de
matices socialdemócratas. Este salva patrias, líder de un partido que no se
identifica ni con la derecha política ni con la izquierda, maneja un discurso
repleto de cantos de sirena que a todo el mundo gusta, de ahí su alza en las
encuestas, pero que ni los economistas, que le han hecho ese programa, saben cómo lo conseguirá. ¿Será
otro Cojo Manteca elevado al rango de icono?
José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y
Sociólogo)
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