Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





lunes, 2 de septiembre de 2013

¡AY ESPAÑA MÍA!



Me ha llamado la atención un artículo publicado en el periódico “El País” (18-07-2013) con el titulo de “Entidades secesionistas de Cataluña promueven un boicot contra los JJOO de Madrid 2020”. Siguiendo su lectura dice que los responsables de las entidades promotoras del boicot (esas tres mas otras ocho) aseguran que “…aprovecharán todos los medios para convencer a los miembros del COI -antes del próximo 7 de septiembre- de que la capital de un Estado que niega los derechos democráticos de sus ciudadanos y “amenaza con el uso de la fuerza.” no puede acoger un acto de fraternidad universal”.
Mi atención la ha recibido el citado articulo no por su contenido que ya, por otra parte, no sorprende al ciudadano medio español a la vista del apoyo continuo que tienen en las sucesivas elecciones (ver hemeroteca), por parte de la mayoría de los  catalanes, los partidos políticos que jalean, cultivan e incitan esas posturas secesionistas. Lo que me sorprende es a quién pretenden engañar a estas alturas ese tipo de noticias. Si analizamos el citado articulo habla de “capital del Estado” y no del Estado, ¿desde cuando una capital del estado español en la España democrática del siglo XXI puede negar derechos democráticos y, menos aún, amenazar con el uso de la fuerza a otra ciudad del propio Estado?
Con este tipo de noticias y otras de parecido estilo, como a continuación veremos, no es de extrañar la presencia de un movimiento político y social (el euroescepticismo) que rechaza, en mayor o menor medida, la Unión Europea. ¿Cómo no podemos ser euroescépticos si como solución a esta postura (o movimiento) el diputado foral de Presidencia de Bizkaia, Unai Rementeria, sugiere que la UE debe entender la fiscalidad como un derecho histórico vizcaíno así como que las "minorías nacionales" obtengan un estatus de reconocimiento de su identidad y "realidad nacional"?
Es decir, la solución a la Unión Europea, así como la solución a no boicotear los JJOO Madrid 2020, o cualquier otra iniciativa que promueva la unión de los pueblos y su riqueza cultural, es mirarse al ombligo de cada nacionalismo de opereta y con ello dar solución a todos los problemas universales. Por favor, que no se ofendan los nacionalistas por el término “opereta” pues es un regalo que les hago si tienen el gusto e interés de escuchar este género musical derivado de la opera, con sus couplets, rigodón o cancán. Aunque si tiene la intención el termino en mostrarles que sus posturas (las de los separatistas) se asemejan a las operetas en sus tramas inverosímiles y disparatadas.
España ha sido tradicionalmente un país europeísta. Tras décadas de dictadura y aislacionismo, Europa significaba modernidad y progreso. Esto ha hecho que los niveles de apoyo a la Unión Europea en sus distintas fases siempre hayan sido muy altos. Y que, por ejemplo, en 2005 España fuera de los primeros países en refrendar, con amplia mayoría, el proyecto de Constitución Europea que finalmente fue abortado, pero no por España.
Sin embargo desde la implosión de la crisis económica España ha pasado de país más fervorosamente europeísta, a otra más negativa de la Unión Europea. En el Eurobarómetro de Mayo 2012, España era el tercer país donde menos ciudadanos declaran tener una imagen positiva, después del Reino Unido (nacionalista donde los hayan) y Finlandia; solo un 22% de ciudadanos españoles respondían positivamente, mientras en 2004 la cifra ascendía al 63%. ¿Significa esto que España se está convirtiendo en un país euroescéptico?
A entender de muchos expertos este cambio de los ciudadanos españoles en relación a la UE está asociado a la crisis económica, y es probable que remita cuando la situación económica mejore. Sin embargo, no soy de ese parecer dado que nuestro país es claramente “un país de contrastes” donde somos capaces de tirar a los franceses en la guerra de la independencia de 1808, representado magistralmente por Goya en su lienzo “el dos de mayo de 1808”, como unirnos a las posiciones de Gran Bretaña sobre el problema planteado en el peñón de Gibraltar, sin pestañear. ¡Ay España mía!

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero y Sociólogo). Septiembre 2013