Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





lunes, 18 de diciembre de 2017

DESINFORMACION, BULOS Y RUMORES



La desinformación, manipulación informativa o manipulación mediática, es la acción y efecto de procurar en los sujetos el desconocimiento o ignorancia y evitar la circulación o divulgación del conocimiento de datos, argumentos, noticias o información que no sea favorable a quien desea desinformar. Lo propio de la desinformación es la rumorología, ese rumor, bola o pábulo que solo sirve para alimentar o fomentar una determinada noticia. Se trata de especulaciones no confirmadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, condicionar el comportamiento de los demás por encima de la información objetiva. La fabulación y la calumnia son el rumor exasperado, orquestado y sistemático. Si se hacen bien, pueden destruir reputaciones y llevar a la ruina moral y física a sus víctimas.
Antes de aparecer el teléfono los rumores se transmitían de persona a persona, cuidándose más lo que se decía pues, la noticia dada, tenía un rostro y, por ello, un conocimiento claro de quien lo estaba propagando. En la telefonía fija, sin digitalización, la noticia se propagaba a mayor velocidad pero seguía teniéndose la posibilidad de conocer quién llamaba. Hoy todo esto ha cambiado. La telefonía móvil con sus aplicaciones, transmiten todo tipo de información con el mayor anonimato. Ese anonimato permite decir y hacer lo que los maledicentes arrojan a través de esos mensajes venenosos que introducen la mala información, difaman y calumnian. Poco o nada puede hacer la persona o personas objetos del infundio lanzado. Es cuando la gente empieza a decir “cuando el río suena, agua lleva”. Es el sambenito que la Inquisición española utilizaba para señalar a los condenados por el tribunal, convirtiéndose en símbolo de la infamia.
Cass R. Sunstein, exdirector de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios (OIRA) en la administración Obama, ha dedicado  parte de su trabajo a por qué y cómo los rumores se distribuyen fácilmente sin mayor consideración sin son verdaderos o falsos. Este profesor de Harvard define los rumores como la afirmación de hechos -sobre personas, grupos, evento, e instituciones- que no han sido mostradas como verdaderas, pero que se mueven de una persona a otra, y por tanto tienen credibilidad no por que se haya mostrado evidencia directa para sostener la afirmación, sino porque otras personas parecen creerla. El auge de internet supone una extraordinaria herramienta para maximizar el alcance y poder de los rumores.
Las tecnologías de información y comunicación están construyendo una nueva sociedad donde nuestras vidas están grabadas en Internet, y hasta nuestros más íntimos secretos están al alcance de personajes dañinos que utilizan nuestro “mal momento” para generalizarlo y hacer daño. Hay gente tan profundamente descontenta con ellos mismos y con tan poco amor propio que intenta mitigar ese auto desprecio dañando a los demás para que se sientan tan miserables como ellos. Personajillos llenos de insatisfacción y complejos, resentidos que disfrutan con dañar, calumniar y exagerar con patrañas a todo aquello que se le ponga en mente, y donde el sistema operativo de red les permite calumniar, insultar, despreciar y romper hasta el más mínimo sentimiento humano sin ningún resarcimiento. Las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, son potentes generadores de influencias, lo que deriva en una competencia feroz por estar cada vez más presente, por contar cada vez con más seguidores. Son también medios para difundir las mayores falsedades, embustes, chismes y calumnias. Hablillas que se hacen más creíbles cuando se adorna con pinceladas de realidad. Se toman hechos objetivos y se retuercen hasta que encajen en el relato y den soporte a las afirmaciones maliciosas.
La agnotología, estudio de la ignorancia o duda culturalmente inducida, es la creación deliberada de la ignorancia. Es la ciencia para sembrar mentiras, infundios, rumores que por medio de los mecanismos de la ingeniería social, de la publicidad privada o por medio de engaños o bulos inundan nuestro día a día. Filtraciones interesadas, revelaciones, sondeos, estadísticas alteradas o estudios científicos presuntamente imparciales, noticias políticas deformadas de la realidad y artificialmente concebidas para derrotar a la empresa, partido político, grupo de opinión o persona que pueda molestar en determinado momento. Son los asesinatos de la red sin mano ejecutora detectable. Nunca, como hoy en día, ha sido más difícil equilibrar la necesidad de protegernos de los efectos perniciosos de los falsos rumores con la libertad de prensa y de opinión.
El momento político por el que España está pasando es propicio para este tipo de desinformación, bulos y rumores. Campañas perfectamente orquestadas que dan a la gente lo que ellos quieren escuchar. Mentiras arriesgadas sin firma de autor. Los intentos continuos de utilizar las medias verdades para inducir a la gente a realizar lo que los promotores desean. Adulterar, falsificar o deformar la verdad, es una clara enseña de los que no quieren la libertad, de los que desean medrar con la metalurgia de la ignorancia. Con sus claros ejemplos y sus lúcidos argumentos, la desinformación no podía llegar en un mejor momento, en un país donde el discurso público es cada vez más disgregador y engañoso. La ignorancia no es solamente lo aún no conocido, es también una estratagema política.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 18-12-2017

viernes, 1 de diciembre de 2017

…Y SERÉIS COMO DIOS



El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en el al hombre que había modelado. … El Señor Dios dio este mandato al hombre: “Puedes comer de todos los árboles del jardín; pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comas; porque el día que comas de él, tendrás que morir” (Génesis 2, 4b-9.15-17). La serpiente fue más astuta…, y dijo a la mujer: “¿Con que Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?”… “No es verdad que tengáis que morir. Bien sabe Dios que cuando comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal”. (Génesis 3,1-8). Según la Biblia, la historia de la caída del hombre muestra su intento de rebelarse contra su estado de ser criatura, tratando de ser como Dios, para realizarse completamente. Deseando proyectarse al margen de su Creador y mostrando la historia de su amor para consigo, su confianza en sí mismo y su afirmación personal. Con esta actitud lo que niega es el poder de Dios en la vida. Rompe totalmente su relación con él, haciendo prevalecer la soberbia a la humildad, la rebeldía al acatamiento, el orgullo a la modestia.
Esta ruptura es consecuencia de la libertad que Dios ha concedido a la persona creada, que es libre de elegir. Mentalmente, hombre y mujer fueron creados como un ser racional con voluntad propia y con capacidad de tomar decisiones libremente. Este es el reflejo de la inteligencia y la libertad de Dios que no quiso inmiscuirse o injerir en la vida del ser creado a su imagen. Esa capacidad de la persona, su libertad de elección, es un don de Dios que no desea que seamos simples peleles o muñecos para ser manejados. Pero toda libertad exige o compele ser responsable de lo que escoge, es un privilegio dado al hombre que Dios nunca violaría. Pero su magnanimidad es tal que cuando Dios redime a un individuo, comienza a restaurar su semejanza original, haciendo de él “el nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Nuestra historia está henchida de muestras de desplantes realizados a Dios por el ser humano. Actos llenos de arrogancia, insolencia o descaro. Un distintivo o una maldición que acompaña a la persona a lo largo de esa historia de la vida. Un pecado -original- que no sólo muestra la transgresión voluntaria y con conocimiento de un precepto religioso, sino que es todo aquello que se aparta de lo recto y justo, que quebranta o transgrede lo que es debido. Una transgresión que anula el precepto dado al ser creado en la justicia y santidad de la verdad. Esa violación de la persona al mandato divino le lleva a disfrazar la verdad con la mentira. La mendacidad, la miseria humana, incapaz de soportar las consecuencias de decir la verdad, de asumir el acto elegido y de creerse las propias fabulaciones. Por eso, la primera acción del ser humano, según el relato bíblico, fue mentir o dejarse engañar por una mentira.
La falta de humildad condujo al hombre al pecado. La falta de humildad está llevando al hombre a creerse Dios. Esa creencia ha sido siempre el inicio de toda guerra, revolución, enfrentamiento o conflicto. No somos, ni seremos capaces de llegar a tener el grado de humildad para reconocer que somos seres con capacidades limitadas. La arrogancia del ser humano no tiene límites, piensa que cuando coma de ese fruto del conocimiento del bien y el mal será como Dios. La astuta serpiente sabe disfrazar la alucinación de realidad, mostrando los placeres de la vida como la manzana del paraíso que nos permitirá obtener todo lo deseado liberándonos de las cargas de la vida. Todo vale, todo debe estar permitido al ser humano, la eutanasia, el aborto, la clonación, reasignación de sexo, liberarse de normas y leyes, la ficción transgresiva, o cualquier otra cosa que se le ocurra en favor de sus apetitos personales, de su ambición y capricho capaz de fascinar, seducir o embobar a su prójimo elegido.
Un albedrio que nos hace perder nuestra libertad exterior y, por ende, la libertad interior. Los místicos siempre supieron que en el interior del hombre, más allá de la mente condicionada por las modas, hay una presencia incondicionada, un nivel más consciente, un saber escuchar el silencio, ese silencio habitado que supo conocer San Juan de la Cruz. Saber escuchar a Dios, que se revela a todos sin excepción alguna y nos permite, en los momentos críticos de nuestra vida, refugiarnos en Él. Nunca seremos Dios, pero siempre seremos hijos suyos.

José Antonio Puig Camps (Dr. Ingeniero y Sociólogo). Presidente de AGEA Valencia
Twitter: @japuigcamps
Publicado 01-12-2017

viernes, 24 de noviembre de 2017

NO MÁS MENTIRAS



Aprendemos a mentir desde niños a través de la observación; vemos como la gente miente y usualmente esas mentiras pasan sin consecuencias ni castigos, así que el hábito de mentir se vuelve una manera aceptable de interactuar con los demás. Según Douglas Peters, profesor de psicología en la Universidad de Dakota del Norte, mentir constantemente puede parecer contraproducente, pero engañar “un poco” a los demás y proyectar incluso una imagen ensalzada de ti mismo, es una parte natural de la vida. Hay muchas razones que pueden motivar a la gente a decir mentiras. A pesar de que cada una de las razones podría ser diferente a la otra, la raíz de todo sigue siendo la incapacidad de soportar las consecuencias de decir la verdad.
La mentira es la combinación de ser incapaz de hacer frente a los resultados de la honestidad y la falta de valores propios (la tolerancia de la mentira). Estamos asistiendo en España al mayor movimiento de falsedades que jamás hayamos hecho frente. Una mendacidad que lleva siempre a justificar lo injustificable. Mentiras perfectamente orquestadas por aquellos que lo único que pretenden es desestabilizar un país; su falta de honestidad, de coraje, y de respeto a la conducta moral y social que se considera apropiada está llevando a límites inaceptables e intolerables a nuestra sociedad. En RAC1, radio de entrevistas en catalán, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha denunciado que “fuentes solventes y contrastadas” del Ejecutivo central hicieron llegar a Carles Puigdemont y a Oriol Junqueras la posibilidad de un “escenario de violencia extrema con muertos en la calle” ante la escalada de la tensión política en Catalunya. Además, Rovira ha relatado que se amenazó con el “uso de armas de fuego”. Ante estas declaraciones, el Gobierno español desmiente que amenazase a la Generalitat con extrema violencia y muertos en las calles en Catalunya por la situación política. Mariano Rajoy ha tachado de “absoluta vergüenza” y de “enorme mentira” esas afirmaciones, vertidas por la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
Ante esta premisa, si la señora Rovira tiene esas “fuentes solventes y contrastadas” del Ejecutivo central ¿por qué no las hace publicas ante el desmentido del Gobierno español? Parece claro que si, a estas alturas con dirigentes del partido ERC ajusticiados y un Puigdemont exiliado, la secretaria general no lo demuestra evidencia, una vez más, su incapacidad de soportar las consecuencias de decir la verdad. Si de algo estamos acostumbrados los españoles  es a las continuas mentiras de los secesionistas catalanes, como el de la salida de empresas de Cataluña que los dirigentes soberanistas anticiparon que no ocurriría o el apoyo europeo que también prometieron que tendrían.
Pero no solo es el gobierno del partido popular quien desmiente las mentiras de Marta Rovira. Los dirigentes del PSOE y C's, Pedro Sánchez y Albert Rivera, también se han manifestado al respecto. El socialista ha mencionado que el "victimismo" es lo único que queda del independentismo de cara a los comicios del 21-D. Unas palabras similares tuvo su homólogo naranja, quien apunta en un tuit que "llega la designada por Junqueras" para mentir y "hacer victimismo otra vez". El soberanismo catalán está una vez más haciendo de la mentira su campaña electoral para el próximo 21-D. Lo de Rovira, es el pistoletazo de salida de la peor campaña que vamos a tener para esas próximas elecciones por parte de los partidos independentistas. La izquierda nacionalista independentista y populista –ERC. La derecha nacionalista independentista, populista y euroescéptica de Puigdemont - Junts per Catalunya (antes PDeCAT, y antes CIU)-, y sus brotes secesionistas, seguirá siendo un virus que corroe los cimientos de la estabilidad del Estado.
España no se halla incómoda ni tiene ningún problema con Cataluña; los españoles no tienen crisis de identidad, ni traumas obsesivos con su lengua y cultura, ni complejos victimistas e históricos. El nacionalismo es un continuo chantaje a los españoles con la amenaza de secesión, si no obtienen los privilegios que reclaman. Unos privilegios que nunca tendrán fin. No pensemos que las próximas elecciones van a truncar las ansias nacionalistas. Los partidos políticos constitucionalistas se equivocaran si pretenden cambiar la Constitución para conceder más privilegios a todas aquellas comunidades que llevan en su ADN el virus independentista. Ese no es el camino. El camino es quitar privilegios y hacer patente la solidaridad entre las comunidades y regiones. Toda independencia se aplaca quitándoles las prebendas, canonjías y bicocas que les sirve para alimentar a las entidades soberanistas –ANC, Omnium cultural, etc.-, que les sirve para desviar el dinero y utilizarlo para sus pretensiones secesionistas. No volvamos a cometer los mismos errores. No más mentiras.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Blog: http://josantoniopuig44.blogspot.com.es/
Twitter: @japuigcamps
Publicado 24-11-2017