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MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





lunes, 24 de abril de 2017

EL RELATIVISMO CULTURAL Y LOS MEDIOS



Nunca podía pensar que aquellos que nos tenían que enseñar modos y modales se comportaran peor que el borracho de mi barrio. Un pobre hombre que era incapaz de pedir algo sino se quedaba con todos tus muertos y que mal vivía de la caridad vecinal. Esto viene al caso de la conducta o manera de portarse o actuar de algunas personas -cada vez más-, en tertulias, actos sociales, deporte e instituciones. Es una nueva subcultura que va inundando nuestra sociedad a través de los medios de comunicación. Unos medios que  inciden más que nunca en la educación de las nuevas generaciones, moldean gustos y tendencias en públicos de todas las edades, construyen la agenda de los temas sobre los que discutimos a diario, y hasta han cambiado las formas de gobernar y hacer política. Son en definitiva los patrones del relativismo cultural.
Un relativismo cultural que propone analizar las diferentes culturas desde sus propios valores y recomienda mostrarse tolerante con las diferentes expresiones culturales, sean cuales sean. Es una actitud que no propone el dialogo entre las culturas, sino que aboga por que cada una quede encerrada en sus valores, que a veces son difíciles de encontrar. La debilidad principal del relativismo cultural es, sin embargo, de índole teórica, debido a la noción de cultura que le sirve de fundamento. En lugar de percibir la cultura como una construcción social e histórica, exterior a los individuos, se le concibe como una entidad en su esencia e invariabilidad, es decir, como un sistema en el que la cultura y las diferencias que la caracterizan son consideradas como inherentes a la naturaleza y, con frecuencia, sacralizadas. Esta tendencia a concebir la cultura como algo natural, es una visión estática y homogénea en la que destacan las diferencias irreductibles del “otro”, sirviendo, en el plano político, para instrumentalizar los movimientos independentista y xenófobos.
Toda libertad cultural tiene un límite dado por los derechos humanos. La sumisión incondicional a valores y a prácticas como un fin en sí es inaceptable. La cultura, tradición y autenticidad no son sinónimos de libertad cultural, y no pueden servir de coartada a prácticas que privan a los individuos de la igualdad de oportunidades y violentan los derechos del ser humano. Llegado a este punto, considero de interés recuperar lo manifestado por la profesora de ciencias políticas y filosofía en la Universidad de Yale, Seyla Benhabib, quien manifiesta la convicción de que debe ser posible, para los grupos afectados, aprender  a  conservar  su  identidad  cultural  sin tener que discriminar u oprimir a los “otros”. Un buen método es recurrir a las negociaciones culturales.
Sin embargo, ese relativismo cultural, esos modelos que imponen muchas veces los medios de comunicación, queda contrarrestada por el nivel de formación de la persona. Una formación sólida puede distinguir entre buenos y malos modelos, y rechazar estos últimos. El Dr. Piotr Jaroszynski, profesor de la Universidad Católica de Lublin Juan Pablo II, indica que los medios de comunicación masiva tienen gran influencia, pero esta también depende del tipo de medio y del público al que llega. El medio de comunicación más inteligente es aquel que te hace pensar, como la radio o la prensa,  unos medios que te hacen pensar de una u otra manera a través de la palabra; mientras que el que más embrutece es la televisión, dado que la imagen y la luz predomina todo el tiempo y, a continuación, hace que el hemisferio cerebral izquierdo, responsable de pensar, se apague.
El primer problema que se puede asociar a los medios masivos es que el hombre toma el mundo que estos presentan como si fuera un mundo real y no se esfuerza por verificar las informaciones recibidas. Es, pues, un relativismo cultural, que inunda las mentes y que no propone el dialogo entre las culturas, sino que aboga por que cada una quede encerrada en los valores que el medio en cuestión propone. Unos valores que para la persona formada son difíciles de encontrar.

José Antonio Puig Camps. AGEA Valencia (Dr. Ingeniero y Sociólogo)
Twitter: @japuigcamps
Publicado 24-04-2017