Mi frase




MI Frase
"Cuando la vista se cruza con el deseo, haz que impere la razón".
(José A. Puig)





domingo, 20 de abril de 2014

LA SOLEDAD PERPETUA



Nos habían explicado que el matrimonio era una imposición burguesa y que la unión conyugal era una forma consentida pero insana de represión sexual donde la libertad soñada, por los corazones libres del mundo unidos, quedaba suprimida, y aquellos que abrazábamos la formalidad burguesa de casarnos se nos veía como raros especímenes de la raza humana doblegados a la moral judeocristiana y a los interés de clase. Según Freud (en “el malestar en la cultura”) solo los seres débiles, se sometieron a tan amplia restricción de su libertad sexual.
Sin embargo, actualmente observamos que los que clamaban por el amor libre hoy lo hacen por “matrimonio para todos”, hasta para los homosexuales, que apenas han salido del armario ya quieren meterlos en nupcias. Pero la sorpresa no termina aquí, ya que los libertarios de antaño, que suspiran ahora por el matrimonio como nueva revolución sexual, también programan el divorcio “exprés” para hacer más rápido y fácil el que ese matrimonio se rompa. Es decir, ya no se contentan con un matrimonio sino que cuantos más matrimonios mejor.
Estos adelantados en las conquistas sociales, que primero tenían como lema “Matrimonio de entrada no” y ahora quieren entrar en el matrimonio a toda costa y cuantas mas veces mejor, plantean, ante su incapacidad natural de concebir hijos, la adopción de niños para “matrimonios homosexuales”. Pero aquí no terminan sus deseos de conquistas sociales, puesto que también quieren mas abortos (sin importar la edad de la madre), mas píldoras del “día después” y mas muertes a través de la eutanasia indiscriminada, y veremos que mas se les ocurre y que mas están dispuestas a dar las “autoridades” de turno.
Todos estos deseos libertarios lo que ponen de manifiesto no es otra cosa que la de reducir el vínculo conyugal, que hace familia, a mera amistad con intimidad física que no genera compromiso y con disponibilidad rápida de disolución. Este reduccionismo del matrimonio, que aminora la pasión afectiva a simple rutina; disuelve y confunde el matrimonio al que ya solo le queda que le pongan el cartel de “soledad perpetua” como lo único verdadero del ser humano.  
José Antonio Puig Camps /Doctor Ingeniero y Sociólogo (Grupo AGEA)

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